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2018 frente a la Caja de Pandora

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Comentario Extra

Por: J. Prisco Árciga

Comenzaré esta columna haciendo una transcripción paradójica de lo que Wikipedia define como “Caja de Pandora”:

La historia cuenta que el “Abstencionismo” (Zeus), deseoso de vengarse de la “Democracia” (Prometeo), por robarle el voto universal libre y secreto (Fuego), y dárselo a los “Partidos Políticos” (Humanos), presentó a “Participación Ciudadana” (hermano de éste), a un “Candidato Independiente” (Pandora), con quien se casó, y como regalo de bodas recibió un misterioso “Código” (pithos o Caja de Pandora) con instrucciones de no abrirlo bajo ninguna circunstancia.

Pasaron muchos años y por fin, la curiosidad dominó a “Candidatura Independiente” (Pandora) que decidió abrir el “Código” (pithos). Al abrirlo se escaparon del interior todas las ambiciones del mundo político.

Bueno, pareciera que efectivamente, el hecho de que el Instituto Nacional Electoral abriera las elecciones del 2018 a la participación de “Candidatos Independientes”, franqueó la puerta a las más indescriptibles ambiciones, algunas que pudieran ser valoradas como sinceras por servir a México y, las más, que solamente son “la misma gata pero revolcada”: ambición por el poder y el dinero.

Veamos, en estas elecciones del 2018 -cuyo día “D” es el 1 de julio- los poco más de 87 millones de mexicanos que integramos la lista nominal más reciente del INE tenemos, enfrente, una cita con las urnas para participar en la que se ha considerado como la elección más grande de la historia del país. De acuerdo con las instituciones electorales -federal y locales- son 3 mil 416 cargos de representación popular los que están en juego: 1 Presidente de la República; 128 Senadores en sus distintas denominaciones (64 de mayoría relativa o dos por entidad federativa, 32 de primera minoría y 32 de representación proporcional); 500 diputados (300 de mayoría relativa y 200 por representación proporcional); 9 gobernadores (Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán en la CDMX, Jefe de Gobierno); 972 Diputados locales de 27 entidades federativas; y 1,596 alcaldes en 24 estados del país; además de -al menos- 1, 600 síndicas y/o síndicos y 16 mil regidoras y/o regidores.

Si a todos estos cargos les sumamos los suplentes, imaginemos que serán cerca de 21 mil cargo de elección en juego y si los multiplicamos por el número de partidos que participarán y las nuevas figuras de candidatos independientes, los mexicanos tendremos un escenario de campañas en la que veremos spots de radio y cápsulas de televisión, así como notas en medios impresos y un sinnúmero de mensajes promocionales en redes sociales. ¡Qué alguien me explique! si tan sólo hablando de candidatos independientes en la elección federal 405 mexicanos (entre hombres y mujeres) registraron ante el INE su intención de participar: 87 a Presidente de la República; y para el Congreso de la Unión: 78 a Senadores y 240 a Diputados Federales (claro para distintas entidades), de los que solamente procedieron 48 a la Presidencia de México, 58 a Senadores y 183 a Diputados Federales, que tienen frente a sí, juntar el número de firmas que les respalden para pasar el primer filtro. Todavía falta ver cuántos candidatos independientes se registrarán para contender en las gubernaturas, diputaciones locales y ayuntamientos.

Y en el Estado de México ¿Qué?

¡Imagínense! Somos el padrón de electores más alto del país: de los casi 87 millones que conforman la lista nominal federal, 11.5 millones de electores somos del Estado de México y ese mismo número de mexicanos tendremos, además de elegir a Presidente de la República (1), Senadores (4) y Diputados Federales (alrededor de 60 entre MR y RP), estaremos eligiendo a 75 diputados locales (45 de MR y 30 de RP) y a 125 Ayuntamientos (que incluyen 1 alcalde, de 1 a tres síndicos y de 10 a 17 regidore@s, por cada uno de los cabildos) según el tamaño de la población de cada municipio).

Si adicionamos a los que logren su registro como candidatos independientes, imaginemos de qué tamaño tendrán que ser las boletas electorales y cuanto tiempo requerirá cada elector para sufragar en 5 boletas.

Concluyo esta columna con una reflexión personal: si todas las encuestas y/o estudios de opinión arrojan que el abstencionismo y la participación ciudadana están casi a la par, y significa que la mitad de los electores no desea ni confía más en los políticos ni en los partidos políticos (todos) ¿lograrán los independientes atraer ese voto abstencionista? Y si son más de un independiente ¿fracturarán ese voto contenido? o entre más independientes participen ¿se pierde la oportunidad de acabar con los partidos y políticos de siempre y favorecer a los que tradicionalmente vienen ganado en cada circunscripción?

Ahí la duda, esperemos a ver si al intentar cerrar la Caja de Pandora nos quedamos con lo que quedó en el fondo de ésta: Elpis, el espíritu de la esperanza y nos esperamos a la siguiente, con la frase “La esperanza muere al último”.