Toluca, México. – El espíritu deportivo se sintió en todo su esplendor en la cancha de la Unidad Deportiva del Servidor Público Mexiquense, pues los representativos de Ecatepec y Atizapán de Zaragoza disputaron el campeonato del 1er. Torneo Mixto de Voleibol, que contó con una participación de 19 equipos de toda la entidad, conformados por sindicalizados de secciones y delegaciones.
Herminio Cahue Calderón, secretario general del SUTEYM, presenció la final —que se fue a tres sets— acompañado por integrantes del Comité Ejecutivo Estatal, representantes de las escuadras y estructura del gremio.
El líder reconoció la participación y tenacidad de quienes formaron parte de este primer torneo, y destacó que durante la competencia deportiva se demostraron los valores y destreza de los agremiados. Asimismo, reconoció la labor imparcial de Leonel García Choreño, secretario de Acción Juvenil y responsable de la actividad, no solo en este, sino en todos los torneos que se han llevado a cabo.
Cahue Calderón puntualizó que la organización se ha distinguido por vencer los obstáculos gracias a la conciencia y sentido de pertenencia de sus integrantes, e hizo énfasis en que el compromiso del SUTEYM es con las instituciones. Expresó que como dirigente su tarea principal es velar por el bienestar colectivo de la familia suteymista, sin exponer a la membresía.
Por su parte, Leonel García agradeció al líder estatal su respaldo para generar este tipo de encuentros, que, sostuvo, propician la convivencia al interior de la organización. De igual manera, felicitó a las mujeres y hombres que fueron parte de este primer torneo y les reconoció su disciplina y profesionalismo. Finalmente, felicitó a los finalistas por alcanzar el podio.
El ambiente festivo y colmado de adrenalina se vivió en todo momento de esta gran final; ante el empate se jugó el tercer set en el que los ecatepenses dieron muestra de la táctica y estrategia al vencer a los atizapenses.
La alegría de la banda musical de Ecatepec y la porra de Atizapán dejaron entrever la sana convivencia, donde la familia suteymista, más allá de la competencia empedernida, disfrutó del encuentro.
