Toluca, México.- El juez es un filósofo práctico, aunque él no lo sepa muchas veces, pero éste es un comportamiento típico en la función judicial, en la cual se toman decisiones argumentadas que necesariamente remiten a problemas filosóficos al momento de resolver una controversia, desde la perspectiva conceptual, considerando que no es lo mismo utilizar una concepción estrictamente positivista o legalista del derecho, porque ambas tienen su propia naturaleza y repercusión.
Lo anterior quedó de manifiesto durante el desarrollo del panel de debate “La aportación de la filosofía jurídica a la función judicial”, realizada en el Aula Magna “Gustavo Barrera Graf” de la Escuela del Poder Judicial del Estado de México, en el marco de las actividades del Primer congreso de filosofía del derecho: interpretación y argumentación jurídica en el Estado Constitucional.
Los expertos en filosofía del Derecho de España, Argentina y México, Rodolfo Luis Vigo, Juan A. García Amado, Andrés Ollero, Javier de Lucas y Manuel Atienza, moderados por el reconocido jurista Víctor Moreno Catena, analizaron diversas perspectivas filosóficas de la ciencia jurídica, coincidiendo en que el jurista debe apoyar su trabajo en la filosofía para obtener los valores y los fines que caracterizan a la práctica dentro de la función judicial.
Rodolfo Luis Vigo planteó que para llegar a tener un buen derecho, sea en el campo civilista, penal, laborista o procesal, se debe pone atención al problema conceptual de la filosofía del derecho, considerando que una norma es válida si está justificada racionalmente, lo que la vuelve obligatoria.
Mientras que Manuel Atienza explicó que los jueces, desde el punto de vista metodológico, al resolver casos prácticos enfrentan problemas conceptuales que pueden ser extraordinariamente complejos, debiendo echar mano de la filosofía y si no lo saben hacer corren el riesgo de utilizar una filosofía vulgar, una mala filosofía que provocará que las cosas no funcionen, con sus consecuencias manifiestas.
En su intervención, Juan A. García Amado destacó que hace falta más teoría analítica del Derecho en el mejor sentido de la expresión, sin excluir otros campos importantes; no obstante -aseguró- es de gran utilidad difundir entre los jueces una filosofía del derecho sustantiva pero también sistemáticamente organizada.
Asimismo, Andrés Ollero advirtió que el Derecho se mueve con un mínimo de ética, imprescindible para que podamos convivir, en tanto la moral tiende a sugerir un carácter más subjetivo, a veces relacionado mucho con la religión o cualquier otro tema; no obstante, existen muchas formas de buscar la verdad práctica que es la justicia y por tanto la cuestión metodológica pierde un poco su importancia.
Por último, Javier de Lucas mencionó que los jueces son fundamentalmente mediadores sociales, pero especiales, toda vez que la mediación que realizan tiene un carácter vinculante, constituyendo un acto de poder, aceptable en la medida en que dicha mediación se realiza conforme a derecho.