- Es la primera causa de muerte por cáncer en niños de México.
Ciudad de México, D.F.- El trasplante de médula ósea para atender leucemias en población infantil, es un tratamiento altamente especializado, complejo y de alto riesgo, por lo que en el Centro Médico Nacional (CMN) “20 de Noviembre”, se lleva a cabo con un protocolo de selección de pacientes, que se somete a la valoración de un Comité Médico Multidisciplinario.
De acuerdo a la hematóloga Luz Victoria Flores Villegas, integrante de este cuerpo colegiado, cada año se registran en el CMN 400 casos nuevos de leucemias en infantes, que es la primera causa de muerte por cáncer en niñas y niños de México.
Afortunadamente, un alto porcentaje de pacientes alcanzan la curación con quimioterapia: el 70% de los afectados por leucemias linfoblásticas y 45% de los que presentan leucemias mieloides agudas, mientras que solo un pequeño porcentaje de ellos llega a ser candidato a un trasplante y cumple con las condiciones médicas, físicas, sociales y sicológicas, para que se lleve a cabo.
La especialista destacó que el trasplante de células progenitoras hematopoyéticas es una terapia de alta especialidad, costosa, de muy alto riesgo, que se ofrece a derechohabientes con enfermedades complejas.
“Pero también tenemos la contraparte, aquellos pacientes que salen con bien, que logran la curación completa de la enfermedad; es importante valorar que más del 60% de enfermos pediátricos trasplantados de médula ósea, en este Centro Médico, están vivos”, afirmó.
Además, en el nosocomio se realiza un promedio anual de siete a 12 trasplantes de médula en infantes con enfermedades malignas hematológicas.
Este Centro tiene amplia experiencia en diferentes modalidades de trasplante: el alogénico, en el cual hay un donante 100% idéntico, generalmente hermanos; el alotrasplante, en el que el donante es parcialmente compatible y en cuyo caso puede ser alguno de los padres, y el trasplante de células madre de cordón umbilical que se realiza en beneficio de aquellos niños que no tienen donantes viables en su familia.
Actualmente, hay múltiples esquemas de tratamiento preventivo para disminuir los riesgos que representa el trasplante, “la quimioterapia con la que los preparamos, es lo menos tóxica posible”, explicó la hematóloga. Posterior a la cirugía se les da terapia de inmunosupresión para evitar el rechazo de células injertadas y una vez que el cuerpo las tolera, los medicamentos se retiran gradualmente, en un proceso que puede durar meses o años.
Cabe reconocer que el trasplante no es inocuo, por lo que los pacientes deben mantenerse en vigilancia médica para detectar y atender posibles secuelas, por ejemplo baja talla, deficiencias en el desarrollo de caracteres sexuales y afecciones inmunológicas, en cuyo caso son referidos a la especialidad competente para recibir tratamiento específico.
Para entrar al protocolo de trasplante, los niños son seleccionados por los Servicios de Hematología Pediátrica u Oncología Pediátrica, de ahí se someten a la valoración de sicólogo, infectólogo, hematólogo de banco de sangre y cardiólogo, entre otros especialistas, quienes presentan al Comité Médico de Trasplantes el caso para evaluarlo integralmente y dictaminar si es candidato a este tratamiento.
Por último, Flores Villegas exhortó a la población a donar médula ósea, cordones umbilicales, sangre y plaquetas, prácticas que realizadas en centros de salud acreditados, no representan riesgos contra la salud y son indispensables para el éxito de un trasplante de médula. (Fotos de Internet)