Por Ennyth Orozco M.
Cuautitlán Izcalli, Méx.- El Presidente de México, Enrique Peña Nieto, al participar en el marco de la 97 Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), refrendó que “el nuestro es un Estado laico y el que yo encabezo es un Gobierno respetuoso y defensor de esta condición de nuestra Nación”, la misma que permite que haya “pleno y absoluto respeto a la libertad religiosa” que invariablemente, en todo momento, estará procurando y haciendo valer.
Acompañado del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y ante el pleno de esta asamblea, encabezada por el cardenal Francisco Robles Ortega, Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, aseguró que la Iglesia Católica y el Gobierno de la República comparten el objetivo de construir beneficios y mayor calidad de vida para la sociedad mexicana.
Lugo de escuchar las inquietudes que le formuló la Conferencia del Episcopado Mexicano, subrayó el panorama de los beneficios que tendrán en un mediano plazo las reformas estructurales propuestas en su Administración; y precisó que en México está próximo el día en que logremos crecer económicamente e imprimirle a nuestra economía un mayor dinamismo, y en este sentido, las reformas estructurales están orientadas precisamente a posibilitar este crecimiento económico.
Sobre la Reforma Energética indicó que deparará en una mejor condición para México en el desarrollo de su economía y en su desarrollo social. “No hay desarrollo social cuando no se tiene aparejada una condición económica y un dinamismo económico que lo haga posible; de lo contrario, nos convertimos solamente en un Gobierno que se dedica a mitigar la pobreza, porque no se contiene la pobreza de esa forma. La pobreza se contiene cuando hay desarrollo económico que permite incorporar a la gente a la actividad productiva”, precisó.
Enfatizó en el Plan Nacional de Infraestructura 2014-2018 que presentó apenas hace unos días y dijo: “el PNI prevé una inversión que no tiene precedente de 7.7 millones de millones en esta Administración, que estamos ya llevando a cabo”.
Asimismo, luego de detallar los objetivos de las reformas Educativa, la Financiera, la Fiscal, la de Telecomunicaciones, la de Competencia Económica, así como la Energética, señaló que mejorar las condiciones y la calidad de vida de todos los mexicanos, “es el espíritu que alienta y alimenta el trabajo de todos ustedes, y en ello coincidimos”.
Al concluir su mensaje, el Titular del Ejecutivo Federal refrendó su respeto a los representantes de la Iglesia Católica y reiteró que guarda una relación de cordialidad, de respeto y de colaboración permanente en todo aquello que permita atender estos objetivos de bienestar para la sociedad mexicana.
Manifiesta la jerarquía católica disponibilidad para contribuir en todo lo que mire por el bien de las personas y las comunidades
Por su parte, el cardenal Francisco Robles Ortega, Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, expresó al Presidente Enrique Peña Nieto su reconocimiento a los esfuerzos y logros de su Gobierno, al tiempo que le manifestó la disponibilidad de la jerarquía católica “para contribuir, desde lo que nos es propio como pastores y en estricto apego a la laicidad del Estado, en todo aquello que mire al bien de las personas y de las comunidades, sin distingos y, particularmente, de los más necesitados”.
“La pasión que usted ha manifestado por servir a México, es la misma pasión que nos mueve desde nuestra identidad de pastores. El éxito de su gestión lo vemos como un éxito para México. Lo que le hemos manifestado tiene sólo el deseo de sumar y contribuir”, enfatizó el prelado.
Confió en continuar con la relación institucional entre la Iglesia Católica y el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, e hizo, finalmente, un reconocimiento a “los esfuerzos de su Gobierno y la pronta respuesta que ha mostrado ante la grave crisis de seguridad, particularmente en el Estado de Michoacán”.