- A través de ejemplos fáciles de comprender, juegos, canciones y recursos didácticos, se les ayuda a distinguir los eventos naturales y biológicos.
- Los infantes se visten de bomberos, enfermeras y médicos para identificar a los profesionales que puedan operar ante un siniestro.
Naucalpan, México.- En apego a la cultura de Protección Civil, educadoras, personal del área de conservación, enfermeras y epidemiólogos de su clínica de apoyo y en ocasiones del Departamento de Bomberos municipales, inculcan conceptos básicos a niñas y niños desde 3 a 6 años de las salas de maternal y preescolar de las Guarderías del Esquema Ordinario del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Estado de México Oriente.
Mediante juegos, canciones y recursos didácticos, se les explica la manera de distinguir un sismo, lo que provoca una inundación, un incendio o por qué no se deben comer determinados alimentos para prevenir un malestar y hasta cuidarse de una infección respiratoria.
Estas actividades didácticas se llevan a cabo en el marco de la estrategia BrigadIMSS en la que durante cuatro semanas los infantes conocen cada uno de los fenómenos naturales y biológicos con ejemplos pedagógicos y fáciles de comprender.
Se les muestra la importancia de no tirar basura en las calles porque pueden provocar una inundación; que no deben jugar con cerillos ni acercarse a la cocina para evitar un incendio o quemaduras; no estar cerca de una plancha y cuidarse de los cambios climáticos para evitar una gripe, un dolor de garganta, un resfriado común.
Además, aprenden a identificar la alarma sísmica, las salidas de emergencia, la señalización de evacuación, el punto de reunión donde deben concentrarse y a reconocer una ambulancia o quién es un brigadista, un bombero o un médico.
Las educadoras responsables de las salas, apoyadas por maestras, técnicas y oficiales en puericultura y con la asesoría de personal de Protección Civil y Bomberos, son las encargadas de las actividades y al final de las cuatro semanas se realiza un evento de evaluación en el que niñas y niños presentan lo aprendido en sus prácticas con elementos similares a los reales.
En el evento de evaluación, las niñas y los niños participan activamente en los escenarios que representan un sismo, la inundación de una ciudad, el incendio en una cocina y el ambiente de una epidemia.
