- Para buscar sentimiento de poder, respeto y reconocimiento, señaló la Maestra en Psicología.
- Llamó a los padres a estar presentes en la vida de los hijos para evitar conductas autodestructivas.
- Atender a víctimas como a victimarios para frenar situaciones que puedan derivar en acciones delictivas.
- Cuando se detecta una situación de autodestrucción es importante buscar de inmediato ayuda profesional.
La conducta de los adolescentes que se hacen llamar “Los Centinelas” evidencia patrones de imitación de otras culturas, particularmente la estadounidense, donde la agresión a compañeros y maestros otorgan a estos jóvenes supuestos sentimientos de “poder, respeto y reconocimiento”, aseguró Yesie Romero quien llamó a los padres de familia a reforzar los valores y supervisar las amistades y uso de las redes sociales.
La Maestra en psicología e hipnosis señaló lo importante que es para los padres de familia, una vez que detecten este tipo de comportamientos -ya sea de agresión a otras personas o bien de víctimas de esa violencia en un camino de autodestrucción- en no dudar y buscar ayuda profesional para entender esta problemática atender estos casos y evitar que estas conductas crezcan en magnitud, tanto en la violencia que se ejerce, como para quien la padece.
Para Romero Fernández, la adolescencia es una etapa complicada, ya que es el momento donde el niño va a comenzar a ser un adulto; por un lado muere de ganas de convertirse en una persona que puede salir, fumar, llegar tarde e ir a fiestas, pero por el otro lado, también es un chico que tiene una gran necesidad de los padres, en el sentido económico y emocional. Es decir, puntualizó, se encuentra en una lucha constante y siempre está adoleciendo, es una etapa dolorosa.
En esta etapa -agregó- para los adolescentes es muy importante pertenecer a un grupo que los escuche y que a través de estos pueda expresarse e identificarse, intentando afianzar su personalidad y mantenerse en un estado de bienestar.
Sin embargo, el problema inicia cuando estos jóvenes buscan y encuentran grupos que exactamente les va a dar lo contrario, donde ya no hay crecimiento, donde existe violencia, son lastimados y destruidos, por la posible presencia de sustancias como las drogas, el alcohol, la violencia y el bullying, en la que muchas veces no son conscientes de ello.
Un adolescente ya sabe reconocer lo que está bien y lo que está mal; lo que es bueno y lo que es malo, sin embargo el grupo es a veces mucho más fuerte que sus buenas intenciones de seguir creciendo, apuntó Yesie Romero.
A juicio de la especialista lo primero que se tendría que hacer cuando se detecten este tipo de grupos como los llamados “Los Centinelas” es evitar que el posible acceso económico que pudieran tener estos chicos pudiera generar un sentimiento de poder que al final se puede convertir en prepotencia.
Son jóvenes que tienen el mejor celular, ropa tenis y que podríamos decir “están a la moda”. Esta sensación de poder puede generar en ellos un sentimiento de poder e intentar imitar situaciones que les están haciendo mucho daño.
Estos grupos que pudieran se están dañando, que están dañando a otros y que obviamente al paso del tiempo puede tener consecuencias graves tanto para quien sufre estos ataques como para quien los está haciendo.
Yesie Romero recomendó a los padres estar más presente en la vida de sus hijos, a ver dónde están, con quiénes conviven, en dónde y que actividades realizan. Saber dónde está mi hijo cuando está fuera de casa, que tipo de información recibe a través de la Internet, que tipo de videojuegos utiliza.
Como padre o madre es necesario saber dónde se desarrollan sus fiestas, quienes son estuvieron presentes en esa fiesta, como son sus fiestas. Llegar un poco antes para saber quien estuvo en ese lugar como adulto. Hay que entrar a esas casas o lugares para verificar que bebidas ingerían, con quién platicaban, es una cuestión de estar presentes, cuestión muy elemental, pero a muchas personas lo olvida. (Sandy Sánchez)