Edgar Garduño
A pie o en transporte público, sin importar la inclemencia del tiempo -frío mañanero o un sol abrasador- más de 5 mil habitantes de todo el municipio se unieron para exigir un alto al mal gobierno encabezado por Angelina Carreño Mijares. Uno a uno, pobladores de diversas comunidades como Cahuacán, La Colmena, Transfiguración, San José El Vidrio, Barbechos, San Pedro, San Ildefonso, Vista Hermosa, Granjas Guadalupe, entre otras, se integraron como “un solo hombre, como un solo ideal” para demandar atención a sus localidades.
Un mosaico de imágenes vistió las avenidas principales. Mantas y carteles alusivos a la falta de compromiso en materia de obra pública, al incumplimiento de promesas de campaña y en contra de las actuales políticas autoritarias que han caracterizado a la actual administración saltaron a la vista. Mensajes como “Angelina Carreño no sabe gobernar” y “Exigimos obras y servicios para los pobres de Nicolás Romero” no sólo se quedaron plasmados en papel; llegaron a oídos de la ciudadanía mediante consignas a todo pulmón que les dieron vida.
Así, de manera pacífica, siempre respetando el tránsito vehicular y peatonal, se conformó una cadena humana. Algunos tomados de las manos, otros más, sosteniendo sus pancartas, los manifestantes dejaron claro que su resistencia social camina a paso firme y cada día crece más. Eslabón a eslabón, desde niños, padres de familia, trabajadores, estudiantes y amas de casa, la diversidad fue parte importante de este evento de lucha social.
Ante la mirada atónita, curiosa, de los transeúntes debido a la magnitud del evento, hubo quien se interesó por la problemática y se detuvo para pedir un volante, para preguntar, para informarse y conocer lo que sucede en su comunidad dejando atrás el conformismo del discurso oficial.
Para quienes recorrieron de inicio a final la cadena, esta lució interminable. Desde Puerto de Chivos hasta el palacio municipal, los manifestantes, impulsados por su descontento, hicieron llegar su voz a la ciudadanía. A través de volantes informativos y voceos dieron a conocer la situación que viven los 72 empleados despedidos de forma injustificada por Angelina Carreño, así como el desinterés del gobierno municipal por atender proyectos de obras de desarrollo social, además del férreo bloqueo a proyectos en beneficio de toda la ciudadanía.
Los ejemplos sobran y así lo hicieron ver los manifestantes de las diversas comunidades que expusieron de forma específica las carencias que sufren. Habitantes de Ejido Azotlán pidieron un alto al bloqueo que ha retrasado sin argumento alguno la construcción de un centro de salud; ciudadanos de Vista Hermosa exigieron la remodelación de un puente vehicular y así, las demandas no cesan.
Hoy, una lucha que inició con 72 despedidos y cientos de nicolasromerenses afectados va creciendo cada vez más. El descontento frente a un gobierno que hace oídos sordos se ha generalizado. Al parecer los 5 mil ciudadanos que se hicieron presentes para manifestarse a través de una cadena humana son sólo una pequeña muestra del despertar de Nicolás Romero.
