Fredy Gutiérrez
Comienza la crisis hídrica para México. Casi todos los años, en diferentes estados de la república se presentan niveles alarmantes de sequía que provocan una disminución en la producción agrícola, afectando gravemente no sólo a los productores, sino también a la población en general, ya que esto hace que aumenten los precios de los productos del campo que llegan al mercado. Lo mismo sucede con la producción ganadera, lo que incrementa el precio de la carne.
La crisis hídrica ya está presente y, si bien es cierto que no será una sequía total, se necesita un plan para reactivar el manejo sustentable del agua, con una inversión cercana a los 97 mil millones de pesos, según los expertos. Con esto se pretende evitar que en un periodo aproximado de 40 años, 24 millones de personas sigan teniendo acceso al vital líquido. Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), esta inversión debe realizarse en los próximos 15 años.
Además del manejo sustentable, se señala que se requiere: saneamiento, captación de agua de lluvia, monitoreo, mitigación de inundaciones y sequías, abastecimiento de agua potable, alcantarillado (incluida la sustitución de tuberías) y control de fugas. También se menciona que el monto antes señalado abarcará estudios científicos y tecnológicos.
Aunado a lo anterior, se ha hecho un llamado al racionamiento en el uso del agua en la agricultura de riego. Sin embargo, a las grandes empresas, que son las que más consumo de agua generan, no se les ha señalado nada. No existen proyectos que ayuden a mitigar su gasto de agua, lo que muestra la indolencia del gobierno. Hay personas que sólo tienen acceso al agua dos días por semana en sus domicilios y muchas veces no es de la mejor calidad.
Acostumbrado el gobierno federal actual a echarle la culpa a las administraciones anteriores en situaciones que no puede o no quiere resolver, ha señalado que el problema hídrico se debe a deficiencias históricas en el manejo del agua y a la falta de regulación en las ciudades. Si bien es cierto que no hay una cultura en el cuidado del agua por parte de la población, ya sea por factores sociales, económicos o culturales, la legislación en el uso del líquido tampoco ha sido adecuada. A pesar de todos estos obstáculos y de que «la hora cero» (el día en que en el sistema Cutzamala no haya gota de agua para distribuir) está muy cerca. Aunque tardíamente, es momento de hacer algo para evitar quedarnos sin agua.
Los gobiernos pasados han hecho muy poco para cuidar el agua y el actual parece estar más interesado en proyectos como el «tren maya», que ha destruido zonas naturales importantes para la captación de agua. Sigue permitiendo que las empresas consuman y contaminen grandes cantidades del líquido sin regulación. Hay estados como Nuevo León y Querétaro que han alcanzado un punto crítico en el problema del agua. Hoy en día, esta crisis se hace presente en el Valle de México, que abarca parte del Estado de México y la Ciudad de México. Es imposible no pensar en el caos que podría generar la falta de agua.
Además, de empezar a cuidar más el agua, el pueblo también debe protestar y exigir a las autoridades que tomen las medidas necesarias para evitar una crisis de proporciones mayores, que podrían desencadenar una catástrofe en la población.