- Se trata de una campaña en la que participan organizaciones de la sociedad civil que, desde su perspectiva, contribuyen a la conciliación como personas, al fortalecimiento de los lazos de apoyo y a la unión entre mexicanos en todos los niveles y sectores
- El objetivo de Septiembre, mes del Perdón, es crear conciencia en la población sobre la importancia del valor social del perdón
Ciudad de México.- Diversas personalidades de la sociedad civil se suman a la campaña denominada Septiembre, Mes del Perdón, como una forma de crear conciencia en la población sobre la importancia del valor del perdón y la reconciliación como personas, para lograr el fortalecimiento de los lazos de apoyo y unión entre mexicanos en todos los niveles y sectores.
La idea de promover la campaña Septiembre, Mes del Perdón está inspirada en el “Yom Kippur” o “Día del Perdón”, celebrado por la religión judía durante el mes de septiembre, como un día especial de discernimientos espirituales y de introspección, por lo tanto, es considerado una festividad bendita y de suma importancia. Sin embargo, “más allá de una celebración religiosa surge la idea de promover en México y a nivel nacional una campaña en la cual se pida perdón ante los posibles agravios, ofensas, problemas, desatenciones ocasionadas al prójimo con o sin dolo”, comentó el Padre Eduardo Carrasco, coordinador general de Iglesias por la Paz.
La maestra en psicoterapia y experta en tanatología, Elvira Cerón, afirmó que el perdón es un proceso de salud personal. “Se suele desgastar mucho la palabra perdón al repetirla diario y pedir u otorgar perdón por cualquier cosa. El perdón es algo mucho más profundo, tiene que ver con nuestra historia y nuestras heridas”, señaló la especialista. “Para poder perdonar, primero tengo que aprender a perdonarme a mí, a amarme a mí. Perdonar tiene que ver con el soltar las ataduras, con el dejar ir”.
Pedir de antemano perdón es reconocerse incapaz y, al mismo tiempo confiado. Las personas por mucho que haya avanzado su camino, confían en lo que creen y nunca en sí mismos, por lo que se tiene que entender al perdón como un acto de convivencias y de liberación. Como seres humanos hay algo que podemos ofrecer bien concreto y humilde, doloroso y difícil, pero que siempre es posible si nos mantenemos abiertos a esta acción: perdonar a todos los que nos han lastimado. El perdón se trata es un tema de introspección.
Por su parte, el Padre Eduardo Carrascose pronunció por entender al perdón como un acto de generosidad. En este contexto, el Sacerdote de la Iglesia Anglicana de Méxicodijo que su organización está a favor de un diálogo abierto sobre los principales desafíos que el contexto de violencia e inseguridad hace a las iglesias y personas de fe, y sobre la urgencia de impulsar caminos no-violentos de resistencia civil, en un escenario nacional marcado por el dolor y el desastre nacional. “Se trata pedir perdón, pero también de trabajar públicamente por la justicia, la verdad y el amor en el camino de la no-violencia”, expresó Carrasco.
Como especialista en bioética, el Dr. Javier López Bárcena, habló de la función social de la medicina y sobre los principios éticos para la conducta más apropiada de los profesionales médicos con respecto a la vida. “Los profesionales de la medicina tenemos que estar conscientes de nuestra responsabilidad tanto de la vida humana como del resto de seres vivos”, dijo López Bárcena. “La materia prima del trabajo médico son los seres humanos, en la medida en que tengamos consciencia de que es la vida de una persona la que está en nuestras manos seremos mejores personas”.
Finalmente, el maestro en filosofía del yoga, Yogendra Sharma, dijo que el Perdón más que una filosofía es una reflexión. “El perdón tiene algo de egocéntrico, por ello, al remover la culpa significa que uno debe retirar por completo la responsabilidad a otros sobre lo que tú sientes.Con respecto a la filosofía del yoga, el maestro hindú afirmó que el yoga no es sólo una disciplina física para hacer posturas o ejercicios de respiración, detrás del concepto de yoga hay una milenaria filosofía que nos lleva a estar en armonía total. “El único requisito para practicar yoga es ser sincero y estar dispuesto y abierto a buscar la verdad”.