- El presidente de la CNDH Luis Raúl González Pérez, señaló que el Premio «Humaniza», retoma la esencia del Estado Humanista.
- Enfatizó que la autonomía e independencia de la defensoría nacional significan colaboración y al mismo tiempo firmeza ante el gobierno.
Toluca, México.- El Premio en Derechos Humanos “Humaniza” retoma la esencia del Estado Humanista, donde no hay actividad privada, pública o social en la que no esté en el centro, el ser humano; además, cualquier Estado que se precie de democrático debe tener a la persona como eje de su actuación, subrayó el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, al recibir el galardón de manos del ombudsperson mexiquense Jorge Olvera García.
En el auditorio “Mónica Pretelini” del edificio central de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), ante los otros nueve premiados, autoridades estatales y activistas, resaltó la importancia de estimular a quienes desde la sociedad civil dejan espacios propios y familiares para dedicarse a la defensa del valor fundamental intrínseco de las personas: su dignidad. Pidió tener a la CNDH como aliada en la defensa de sus luchas “Sus luchas son nuestras luchas, pero son luchas desde la razón y desde el derecho”.
Al recibir el reconocimiento para la CNDH en la categoría de Institución Pública, a nombre de sus compañeras y compañeros, expuso que en casi 29 años de existencia han tenido como finalidad atender tres aspectos: trabajar en favor de las víctimas de violación a derechos humanos; hacerlo de la mano de la sociedad civil; y ejercicio pleno de su autonomía e independencia.
Detalló que impulsan la prevención para no llegar al estadio de víctima, como parte de la razón de ser de la institución, la cual “es un trasatlántico…que en 29 años ha sorteado tormentas, huracanes, pero que la fortaleza de sus integrantes y de la convicción que tenemos en la defensa también de la dignidad desde el sector público -yo recuerdo con ustedes-, somos una institución del Estado Mexicano pero patrimonio de la sociedad. No somos parte de los gobiernos, sino del Estado Mexicano.”
Otro pilar, dijo, es el trabajo conjunto con la sociedad civil, donde no deben privar las denostaciones y descalificaciones a su labor altruista, pues dejan espacios propios para defender la dignidad de otros; por ello exhortó: “tenemos que construir las instituciones públicas y la sociedad, un espacio en donde el balón lo tiremos hacia la misma portería, porque jugamos del mismo lado: defender la dignidad”.
El presidente de la CNDH reconoció el trabajo de las organizaciones sociales, las cuales pueden tener diferentes visiones, sin embargo, lo que se necesita en México es que la unidad buscada se construya dentro de la diversidad de la pluralidad y que el respeto, el diálogo y la tolerancia sean los ejes de actuación de cualquier gobierno, ya sea federal, estatal o municipal, como cualquier institución pública y privada.
Debe entenderse y comprenderse social y públicamente por los tres niveles de gobierno, enfatizó, que la autonomía e independencia del organismo nacional significan contrapesos sanos de las autoridades, es decir, puede “coadyuvar, colaborar, interactuar y coordinarse, pero ser firme en señalar cuando servidores públicos se apartan del cumplimiento de su deber. Ser firme en los posicionamientos de derechos humanos a temas que puedan afectar a la colectividad.”
Al hablar de las acciones de cada persona, organización o institución premiada con “Humaniza”, resaltó la labor de Evelyn Núñez González a favor de niñas y niños; por tanto, en eferencia a la propuesta del gobierno federal para que los abuelos y abuelas cuiden a sus nietos, señaló la afectación al interés superior de la niñez, a las madres trabajadoras y los propios adultos mayores, ya que “es distinta la obligación de cuidado a la voluntad del cuidado de niños.”
En el tema de feminicidios y agresiones que enfrentan las y los defensores de derechos humanos, lamentó que por ser la “voz de las ausencias”, Frida Guerrera es hostigada y amenazada, por ello propuso hacer sinergia en favor de quienes han sufrido la violencia de género; y sobre el premio al investigador Héctor Domínguez Ruvalcaba, expresó “No a la fuerza, sí a la educación, hay que educar, hay que cambiarnos el chip de esa cultura misógina, del machismo”.
Respecto al premio de Empresa Incluyente, recordó que existen 31 principios de la Organización de las Naciones Unidas, por lo que respaldó el objetivo de Marco Antonio Macín Leyva, de iniciar la cultura de respeto desde la niñez “No a la violencia, sí a la cultura en y para los derechos humanos”.
Lamentó la trata de personas, tema en el que trabaja la actriz y activista Karla de la Cuesta y anunció que la CNDH presentará un informe sobre ese flagelo que se debe combatir y, a manera de reflexión, dijo: “(En) las violencias contra la mujer hay que levantar la voz en todos los sectores, público, privado y social.”
En torno al apoyo que otorga a migrantes el sacerdote Eloy Ulises Vargas Peña en el Albergue “San Juan Diego Cuauhtlatoatzin”, en Huehuetoca, expuso que “antes de ser migrantes son personas”, por ello la CNDH presentará un libro con obras de algunos de ellos denominado “Murales, no muros”, en respuesta a las visiones nacionalistas mal entendidas y conductas xenofóbicas y racistas, preocupantes por su discurso del odio.
González Pérez se sumó a la exigencia del director general de la Fundación Tláloc, Carlos Mendieta para que el Senado de la República ratifique el Acuerdo de Escazú, a fin de que la sociedad civil participe con su opinión en el desarrollo de proyectos ambientales; también exhortó a hacer vigente el artículo 4 constitucional referente al derecho al deporte, porque forma parte de la formación integral de los seres humanos y más aún cuando se fomenta la inclusión de personas con discapacidad como lo hace Óscar Valadez Cázares, director de la asociación civil Deportistas Especiales del Estado de México.
Mencionó la responsabilidad y conciencia social que todos debemos tener sobre todo ser viviente como son los animales, máxime cuando se trabaja a favor de otro sector en condiciones de vulnerabilidad que son las personas con discapacidad, como señaló José Mauro Victoria Mora, director de la Facultad de Medicina de Veterinaria y Zootecnia de la UAEM, al recibir el premio para el Centro Infantil de Rehabilitación con Asistencia Canina (CIRAC).