Por: Sergio Martínez Martínez*
Fotos: de la página de la CGCS del Gobierno de México
Santiago de Cuba, Cuba.- La visita a la Mayor de las Antillas, por parte del Presidente de México, Enrique Peña Nieto, los días 28 y 29 de Enero del Presente año, con motivo de la Segunda Cumbre de la CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, reafirma la voluntad integradora en la región y consolida los históricos lazos de amistad entre ambas naciones hermanas.
Los encuentros sostenidos por el Jefe de Estado Mexicano con el Lider Histórico de la Revolución Cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y con el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz, son una muestra del buen nivel en que se encuentran las relaciones bilaterales y la intención para proseguir su desarrollo en el ámbito económico-comercial y de cooperación.
Erradicar el hambre, la pobreza y la desigualdad, objetivos supremos en la CELAC, encuentran en Cuba y México el deseo común de ambos gobiernos interesados en mejorar los niveles de vida de la población, bajo las condiciones propias de cada país, fortaleciendo la concertación e integración en el área, porque sólo unidos podremos compartir experiencias para resolver nuestros problemas.
Precisamente en su discurso en la Cumbre de la CELAC, el mandatario Peña Nieto, ejemplificó la Cruzada Nacional contra el Hambre, mediante la cual unos tres millones de mexicanos tienen una mejor alimentación a través de distintas vías, aunque precisó que se necesitan cambios estructurales para permitir realmente el desarrollo incluyente para la sociedad.
Puntualizó que es vital la integración comercial y acotó que el mercado potencial en América Latina es mayor en un 20 por ciento al de la Unión Europea. Significó igualmente que ahora dialogamos en un clima de gran respeto ante la diversidad y la diferencia en las ideas, bajo una comunión de intereses que ya ha permitido declarar a la América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
Contar con la asistencia del dignatario de México, uno de los 29 presentes entre los 33 invitados al encuentro de la CELAC, evidenció que la reunión de la Habana dejó bien claro que son más las cosas que nos unen que las que nos separan, en un clima matizado por el acercamiento y el respeto, dejando atrás antagonismos pasados que nunca debieron distanciarnos.
El contacto entre mexicanos y cubanos fraguado por siglos de amistad y hermandad, tiene ahora una oportunidad singular para aumentar la comunicación, lo que equivaldría a más inversiones y comercio, aprovechando la actualización económica del modelo socialista de la Isla, junto a los vínculos culturales y artísticos que siempre han sido muy fuertes.
Muy positivo pudiera ser un buen calificativo para la venida de Peña Nieto a la capital cubana. A la luz de los nuevos aires integradores y de entendimiento se puede crecer en el intercambio bilateral, que ubica a Cuba en el segundo lugar en comercio e inversiones mexicanas en el Caribe, una posición que pudiera mejorar si se exploran nuevas posibilidades.
Son precisamente las nuevas posibilidades las que irán marcando definitivamente la brújula latinoamericana, bajo los sentimientos unitarios de Simón Bolívar y José Martí, que encuentran en el caso de la Patria de Juárez definiciones compartidas con la Llave del Golfo, que desde la urbe habanera señala la necesidad de apuntalar la identidad e intereses comunes.
Catalogada como un éxito por la prensa internacional y los participantes, al asistir el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-Moon, quedó certificado el máximo reconocimiento a la CELAC y a las naciones latinoamericanas y caribeñas, demostrado en sus palabras ante el plenario cuando estimó de esencial la cooperación Sur-Sur para lograr las metas afines, elogiando el desempeño de Cuba como organizadora de la cita que ha unido para siempre a esta zona geográfica.
*Corresponsal de Radio Rebelde en, Santiago de Cuba