- Antorcha realizará cadenas humanas para protestar por el genocidio en Palestina
Laura Castillo García
Vocera del Movimiento Antorchista en el Estado de México
“Ya estamos muertos, solo nos queda esperar nuestro turno”, dicen miles de jóvenes palestinos que lo único que ven a su alrededor es destrucción: de sus viviendas, de sus escuelas, de sus hospitales y no ven que paren los bombardeos israelíes que buscan limpiar la Franja de Gaza de palestinos para luego apropiarse de las tierras que desde hace mucho codician y que, para lograrlo, cuentan con el salvaje y asesino apoyo del imperialismo norteamericano.
La gente de Gaza, la que todavía no ha sido expulsada de sus casas “no duerme ni de día ni de noche” por el miedo a los bombardeos israelíes que “no distinguen entre piedras, árboles o personas”.
La vida de los palestinos vale tan poco para Israel que este los trata como si fueran animales de caza: los persigue de un barrio a otro en donde los árabes tratan de esconderse y esquivar los ataques y, aunque lo consigan, para los palestinos la vida no tiene ningún atractivo o ninguna ilusión, viven entre escombros, sin luz, sin agua, sin alimentos, sin atención médica y sin ninguna esperanza de que su vida mejore, ni siquiera pueden salir de esa gran cárcel, en lo que está convertida la Franja de Gaza en donde están sitiados por los israelíes.
En esas condiciones, los jóvenes palestinos saben que lo único que les falta perder es la vida, pero antes de que eso suceda están dispuestos a luchar en contra de las acciones asesinas de los sionistas y la ambición y codicia de Estados Unidos, que pretenden despojarlos de sus tierras para expandir su poder en el mundo.
Los jóvenes palestinos están conscientes de su situación y, por ello, luchan en contra de la persecución y de la vida miserable a que los ha condenado Israel, pero ¿los niños tienen alguna opción para escapar de los bombardeos israelís? ¿Tienen la capacidad de oponerse a los ataques israelíes y a la vida de miseria a que los condena la ambición imperialista? Algunos lo hacen porque siguen el ejemplo de sus padres, pero no todos están en condiciones de hacerlo.
Los niños son los seres más vulnerables de la sociedad: durante una buena parte de su vida deben ser cuidados por sus padres o tutores hasta que alcanzan la madurez física y emocional, convenido que es a los 18 años. En el genocidio perpetrado por Israel en contra de Palestina, más de dos mil 700 niños han sido asesinados por las bombas israelíes; es decir más de la mitad de los palestinos muertos han sido niños. De acuerdo con información publicada por el diario El País del 24 de octubre de 2023: “El ejército israelí mata a más niños en Gaza en dos semanas que en los últimos 23 años, según las autoridades de la Franja.” Y que “Quienes sobreviven están expuestos al hambre, sed y a un grave daño de su salud mental”.
Y es que el ejército israelí ataca barrios residenciales sin ninguna piedad ni restricción; es decir, sin pararse a ver que ahí viven familias enteras y que, por tanto, los más perjudicados son los niños y los ancianos. Al ejército israelí, apoyado por Estados Unidos, no le importa asesinar a sangre fría a palestinos de todas las edades con tal de lograr su objetivo de limpiar de palestinos la Franja de Gaza y entregarle ese territorio a los hebreos.