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La falta de obras preventivas causa inundaciones

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Nicolás Romero, México.- La temporada de lluvias termina el próximo 30 de noviembre, según el pronóstico de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil. Sus efectos, al considerarse atípicas, se han sentido en el Estado de México; en positivo, han propiciado que las presas que conforman el Sistema Cutzamala registren, hasta el 10 de septiembre, el 49.3 por ciento de su capacidad, lo que atenúa la crisis hídrica que afecta a 13 municipios del Valle de México.

En negativo, se manifiestan desde encharcamientos que causan afectaciones al tránsito, hasta inundaciones parciales o generales por el caudal y desborde de los ríos, como ha sucedido en los municipios de Naucalpan, Cuautitlán Izcalli, Atizapán de Zaragoza, Ecatepec, Chimalhuacán, Nicolás Romero y, en el caso más grave, en la demarcación de Chalco, en el que más de 600 familias por más de un mes vivieron en medio de las aguas negras.

Ambos fenómenos demuestran tanto la falta de infraestructura para proveer agua potable a miles de familias del Estado de México como para realizar un mantenimiento preventivo y llevar a cabo obras públicas que mantengan la seguridad e incluso resguarden la vida de miles de mexiquenses.

En el caso del municipio de Nicolás Romero la única medida preventiva que se instrumentó este año para prevenir las inundaciones en las colonias populares, fue la colocación en puentes peatonales de vinilonas que llaman a la ciudadanía a no arrojar basura en la vía pública, coladeras y ríos. Aunque dicha medida paliativa no evitó que se inundara la parada de camiones del Charco en la colonia Manantiales, vialidad que el gobierno local recientemente repavimentó y para embellecer la vialidad colocó camellones.

Pero hay casos más graves como lo que ocurrió en la comunidad de Azotlán, en la que la corriente causada por las fuertes lluvias, invadió la vivienda de una señora de la tercera edad, Idalia Licuona, quien además de sufrir daños en la infraestructura de su hogar, perdió muebles, aparatos eléctricos y todos sus enseres domésticos.

Parecido es el caso de dos familias de la colonia Bosques de la Colmena en donde, año con año, las inundaciones cubren la planta baja de sus casas al obstruirse el desagüe natural de la calle toda vez que se encuentran en colina.

Al ocurrir ambos siniestros se presentó el presidente municipal, Armando Navarrete López, y ofreció, en el primer caso la ayuda de su gobierno, el cual proporcionaría nuevos enseres a la afectada y rehabilitaría la vivienda; pero su promesa no fue cumplida, a dos meses de que terminara su administración, dejó el cargo. Hoy es diputado federal por Morena y su labor es legislar solamente.

En la situación de las dos familias, el presidente municipal ofreció la reubicación e incluso el apoyo para construcción de sus nuevos hogares, pero tampoco cumplió esta promesa.

A dos años de las promesas del mandatario municipal, la familia López Rodríguez deshabitó su vivienda y, por temor a represalias, sus vecinos omiten sus datos y otra información pues el gobierno, a través de la “Fiscalía” hizo estudios de factibilidad y la respuesta al compromiso del alcalde es que “era zona privada, no los podían reubicar ni invertir en la restructuración de su casa, porque el dinero es del municipio y para el municipio”. Otro acuerdo incumplido.

Las autoridades municipales cuentan detalladamente con la descripción de los lugares que se inundan, esta lista se encuentra en las instalaciones de Sapasnir; ahí se indica que son 26 las zonas afectadas por ríos, arroyos, colectores, drenajes y cauces a cielo abierto. Sin embargo, año con año se presenta la misma problemática; en una de ellas, al desbordarse el río que recorre la comunidad de Barrón, el 30 de agosto pasado, la creciente se llevó un carro, como lo demuestra el video de la página local Nicolás Romero Azcapotzaltongo, cuyos ocupantes alcanzaron a salir. No sucedió lo mismo con el vecino de la colonia Aquiles Córdova Morán, Raymundo Venancio López, de 44 años de edad, quien, fue arrastrado por la corriente y perdió la vida.

Ambas tragedias se pudieron haber evitado si el gobierno municipal hubiera construido muros de contención que evitaran que se desbordaran los ríos que recorren el municipio de Nicolás Romero, señalaron los deudos.