- Nuevamente el “Usted disculpe, fue un error” fue el colofón del abuso policial.
Por: Eva Karen Becerril Flores
Acambay, México.- Unas horas bastaron para que la vida de Leonardo Cruz Castillo cambiara rotundamente, con un acto de injusticia por parte de elementos de la policía municipal de Acambay.
Cruz Castillo ha perdido su libertad pues a decir de él ya no puede ni abordar un taxi, salir a la tienda y -mucho menos- ha podido regresar a su trabajo.
En entrevista con “El Pulso del Estado de México”, quien el pasado lunes (apenas un día después del Día del Padre) mientras se encontraba desayunando en un local de antojitos, fue interceptado por cuatro policías municipales quienes le solicitaron ir a la comandancia pues en su criterio de autoridad estaba actuando de manera sospechosa.
El joven de 33 años de edad, casado y con dos hijas -originario de Pachuca, Hidalgo- jamás pensó que estaba a punto de iniciar un viacrucis inimaginable, pues al saberse un ciudadano de bien decidió acompañar a los uniformados, quienes estando en la comandancia le tomaron fotos sin darle explicaciones pidiéndole su identificación oficial que también fue fotografiada y ahora es conocida en todo el país.
Leonardo, que se desempeñaba como velador en el municipio de Aculco, comentó que estuvo alrededor de una hora en la comandancia del municipio de Acambay hasta que pudo comunicarse con su esposa quien acudió, acompañada de un familiar, a preguntar sobre su situación, a lo que los policías respondieron que podía retirarse que no había denuncia alguna en su contra.
Alma Alcántara, esposa de Leonardo, dice que al regresar a su casa junto con su esposo, decidió ir a un festival que se realizaba en la escuela de su hija, mientras su esposo descansaba. Un par de horas después regresó con sus hijos pero él ya no estaba, por lo que de inmediato pregunto a sus vecinos si alguien lo había visto y sólo le dijeron que se lo habían llevado en un vehículo.
Cruz Castillo declaró que minutos después de que Alma salió de su domicilio se escucharon golpes en la puerta, por lo que se despertó y salió a ver qué sucedía, descubriendo que se encontraban varios hombres vestidos de civiles con armas, el abrió la puerta y les pregunto que qué buscaban, ellos solo respondieron con groserías y de corrió a su cuarto pero los hombres lo siguieron y sacaron a la fuerza de su casa.
Estando afuera, dice, lo tiraron al piso, patearon y mientras uno le tapo la boca, otro le agarro las manos y fue esposado para subirlo a un vehículo del que, sólo recuerda era tipo jetta color gris.
Entre golpes, insultos y amenazas recorría un camino del cual desconocía el destino, pues mientras iba a bordo del automóvil no pudo observar hacia donde lo llevaban, solo pensaba en su familia y en el por qué estaba siendo tratado así, “todo paso por mi mente pero ni una sola respuesta encontraba”, comentó.
Cuando se detuvo el coche y pudo levantar la mirada se percato que se encontraba nuevamente en la comandancia de Acambay, ahí le pidieron despojarse de la ropa pues tenían que fotografiar sus tatuajes, le quitaron las esposas la ropa y fue fotografiado nuevamente, mientras lo volvían a esposar dice “pude escuchar a un policía decir: “comandante, que procede”, a lo que respondieron se va a ir para Atlacomulco”.
Agregó que fue trasladado hacia el municipio de Atlacomulco donde estando ya con otros policías se atrevió a preguntar el motivo de su detención, fue en ese momento donde se enteró que todos los golpes y vejaciones de las que fue víctima eran a causa de su parecido con un presunto ladrón y violador que casualmente tenía al igual que él, un tatuaje de estrella, que lleva en una de sus manos en honor a su abuela fallecida.
En ese momento sólo le informaron que tenía que esperar a que llegara personal de Toluca para corroborar que se tratara de la persona que era buscada a nivel nacional.
Sus manos tatuadas fueron fotografiadas nuevamente para compararlos con los de la persona que fue grabada a bordo de un autobús robando y violando a una pasajera, minutos más tarde llegó el tan usual “usted disculpe nos hemos confundido todos este mal rato fue un error”.
Leonardo no ha podido olvidar ese momento en el que entró alguien al cuarto donde lo tenían y escucho estas palabras: “este, disculpa fue una confusión, te confundimos por tu tatuaje, pero ya vimos que tú lo traes en la mano izquierda y la persona que estamos buscando lo trae en la derecha”.
Yo, lo único que les dije fue “oiga así como fueron por mí a sacarme de mi casa pues ahora vayan a dejarme hágame el favor de llevarme yo no sé andar aquí” y ellos solo me contestaron: si traes dinero pues vete.
Alma y su esposo así como sus hijos, a partir del martes, no han podido retomar su vida, pues ahora no pueden salir a trabajar, no pueden ir a la escuela, ni siquiera habían podido ir a levantar la denuncia en contra de quien o quienes difundieron su fotografía y la de su identificación.
Fue, dicen, gracias a las autoridades del municipio de Aculco quienes los han acompañado y brindado todo el apoyo para su traslado a denunciar ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, donde ya se dio inicio a una averiguación previa por el delito de abuso de autoridad, privación ilegal de la libertad y lo que resulte.
Pues horas después de que fuera dejado en libertad, medios de comunicación locales y nacionales, a través de redes sociales, radio y televisión, difundieron su fotografía y datos personales que habían sido tomados en la comandancia de Acambay, etiquetándolo como violador y ladrón, situación que ha generado cientos de amenazas en contra de él y su familia, sin que hasta el momento haya sido desmentido por ninguno de los medios que compartieron la falsa información.
Tanto Leonardo como su familia piden se haga justicia para limpiar su nombre y que su vida no corra peligro.
