- Fue recinto parlamentario y sede del Palacio de Gobierno.
Toluca, México. El Poder Judicial del Estado de México llevó a cabo la restauración, conservación y mantenimiento del Salón Rojo o Salón de Plenos, como parte del rescate de dos siglos de historia de la justicia en la entidad mexiquense y rumbo al bicentenario de la creación del máximo Tribunal de la entidad.
El Salón Rojo posee una gran riqueza arquitectónica e histórica, pues fue testigo del acontecer del estado y el país. Hoy es sede de las decisiones y planteamientos en favor de la justicia, de las magistradas y magistrados del Poder Judicial mexiquense, por lo que era importante devolverle su majestuosidad.
Fue recinto parlamentario de la entidad, donde ocho legislaturas debatieron, aprobaron leyes y decretos, así como sede del Palacio de Gobierno. El 6 de mayo de 1904 recibió las exequias fúnebres del gobernador Vicente Villada y 37 años después rindió homenaje póstumo al gobernador, Alfredo Zárate Albarrán.
La restauración es una de las primeras acciones del Bicentenario del PJEdomex, en el cual, por la relevancia del espacio de estilo neoclásico, se realizaron trabajos de conservación en las águilas imperiales, festones y medallones de estilo francés, presente durante el Porfiriato.
Asimismo, se atendieron faltantes y desprendimientos de plafón, se reubicó cableado que dañaba muros, se recuperó el color original, en adornos se hicieron pruebas para determinar presencia de hoja de oro y mantenimiento a candiles de origen checoslovaco.
Ricardo Sodi Cuellar, titular del Tribunal Superior de Justicia, expresó que si se conserva la historia, se refundan los valores esenciales del nacionalismo y se proyectan al futuro las ventajas de contar con un gobierno e instituciones sólidas y respetables. Además de que, legar a las generaciones del mañana un patrimonio preservado adecuadamente, es una responsabilidad.
Los trabajos de restauración estuvieron a cargo de la arquitecta Xóchitl Fabela García, como directora de la obra, la restauradora María del Pilar Oliveros Padilla, directora del proyecto ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia, Susana Ramírez Ramírez, directora de restauración in situ y un equipo de trabajo conformado por restauradores y doradores.