Columna Política ¡…Guerra de Papel…!
Por: Blas A. Buendía
El PRD ya siente que vive los estertores de su muerte política como gobierno, y su mayoría en la ALDF
Cuando el Partido Revolucionario Institucional (PRI) sufrió una de sus escisiones históricas que le hicieron crisis entorno a su unidad interna en el quehacer político, la sociedad en general aplaudió el hecho que un grupo de sus connotados integrantes se separaran del instituto tricolor que por más de 70 años tuvo un pleno dominio de los tres poderes de la Unión: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
En el último cuarto de siglo, ni el propio Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano -que le dio vida al Partido de la Revolución Democrática (el basurero de la política) y que aglutinó a los resentidos “democráticos” estableciendo una casta rebelde y de iluminados-, pudieran entender que el PRD desvirtuara su doctrina para lo que fue reflexionada para defender a los más desvalidos en contra del poder omnímodo.
A 25 años de vivir de promesa tras promesa amarillas y que no ha habido nada en concreto, el conglomerado de la Ciudad de México prácticamente ya abrió sus ojos, aparentemente ya despertó porque por valiosísimo sea su voto en elecciones federales, forma parte toral de legitimar a aquellos agentes que buscan el poder por el poder.
La conducción de los gobiernos perredistas ha sido tan igual como cuando el PRI gobernó a la ciudad de México al parejo que a nivel federal, es decir, decenas de grupos sociales, entre ellos, los más representativos como la comunidad estudiantil universitaria, muestran su adversidad en contra de toda acción policiaca.
Los estudiantes con tendencias políticas opuestas al PRD-DF, exigieron a Miguel Ángel Mancera el cese fulminante del segundo funcionario en jerarquía en su administración, Héctor Serrano Cortés, a quien acusan de reprimir el ejercicio de las libertades políticas, porque sienten que viven los estertores de su muerte política como gobierno.
De acuerdo con los integrantes de la Red Generación, que aglutina a grupos estudiantiles, académicos y sociales de jóvenes, ese hostigamiento se da en todas las dependencias del gobierno capitalino, lo que va en perjuicio de los trabajadores cuya simpatía partidaria no corresponde con las definiciones políticas y electorales del secretario de Gobierno.
El pasado jueves 7 de abril, fue un día en que “una gota derramó el vaso con agua”, cuando la fuerza pública no solo arremetió en contra de la comunidad estudiantil, sino que hasta un grupo de invidentes saliera vapuleado por parte de los dueños de las macanas y los escudos policiacos, armándose un tremendo zafarrancho con un saldo de varias personas heridas y descalabradas.
Si bien acusaron la demostración ostensible del papel gerencial del Gobierno de la Ciudad para coaccionar la voluntad de los ciudadanos, los jóvenes protestaron frente al Antiguo Palacio del Ayuntamiento -sede del Poder Ejecutivo de la capital del país-, atribuyéndole a Serrano la utilización de recursos públicos para que su partido, el PRD, obtenga ventajas electorales el primer domingo de junio próximo, que caerá en día siete.
Recriminaron los jóvenes querellantes que el partido amarillo capitalino se ha adjudicado la membrecía de la izquierda a través de la crítica al modelo de partido único, pero ahora ejerce sus campañas de peor manera, toda vez que dicho partido es la continuidad del PRI, y eso se observa “en la demostración ostensible del papel gerencial del GDF para coaccionar la voluntad de los ciudadanos”.
Lo anterior mediante el condicionamiento y uso faccioso de los programas sociales para la compra de conciencias con el desvío de recursos públicos, acciones que le atribuyen al funcionario, que recuerdan, proviene del priismo viejo, y por eso conserva la tradición antidemocrática para continuar con sus aspiraciones de ser el sucesor de Mancera en la elección del 2018.
Aunado a lo anterior, los problemas que no ha podido resolver el gobierno perredista es la sensibilidad que acarrean grupos de trabajadores que con toda legitimidad buscan mejorar sus condiciones de vida, incluso la prensa nacional acusa que el PRD-Gobierno solapa a la delincuencia organizada que está enquistada en puestos clases del propio gobierno.
De la problemática histórica que trae consigo el viejísimo conflicto de la ex Ruta 100, si bien no dejará de ser un ejemplo palpable, se suma la querella obligada de empresarios y comerciantes capitalinos, al confesar que están hartos de que las autoridades locales nieguen la existencia del crimen organizado en la ciudad, cuando ellos sufren el aumento de los delitos de extorsión y secuestro.
De forma abierta y sin tapujos, acusaron al secretario de Gobierno Héctor Serrano, de ser un corrupto y de estar coludido con los ambulantes, de quienes se dice, buscan el sustento familiar a través de la vendimia callejera para eludir ser presas y engrosar el crimen organizado al no encontrar el modus de vida que deben llevar.
Guillermo Gazal, presidente de la asociación civil Procenthrico, detalló que los comerciantes informales trabajan en contubernio con bandas delictivas que se dedican a cobrar el derecho de piso a establecimientos del Centro Histórico de la Ciudad de México, así como en suburbios como La Condesa y en Polanco.
Conforme a una investigación de campo que realizó este reportero, el comercio establecido tiene que pagar, según el negocio, entre tres mil y diez mil pesos mensuales, con la anuencia de las autoridades.
Las delegaciones Venustiano Carranza, Tlalpan y Cuauhtémoc son las que más registran este tipo de ilícitos, y aunque los empresarios presentan denuncias ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), y que lamentablemente como autoridad olímpicamente no les hace caso, el 97 por ciento de éstas son archivadas generando desconfianza en la autoridad, cuya obligación es la de velar por los intereses de la sociedad y no servirse de ella.
Las autoridades de la ciudad de México dicen “no tener tiempo” para atender las demandas de seguridad de los comerciantes, pero la realidad es que no les interesa, según Gazal, quien por décadas ha defendido a capa y espada los intereses de Procenthrico.
No es menesteroso señalar que en la ciudad de México existen más de 60 mil pequeños y medianos comercios establecidos que los distingue por la legalidad, y de este universo, 60 por ciento tiene que invertir entre 10 mil y 12 mil pesos al mes para su seguridad.
En síntesis, la administración de Miguel Ángel Mancera niega que se le haya filtrado el crimen organizado a través de sus malos funcionarios a la luz de las circunstancias, pero la sociedad en general lo sufre y no tiene más remedio que tolerarla porque, paradójicamente, ya hasta forma parte de los usos y costumbres de esta gran ciudad.
El siete de junio será el parteaguas para que cambien las cosas, la sociedad tendrá en sus manos, lápiz y boleta electoral en mano, para contrarrestar el poder al PRD-Gobierno en el pleno de la Asamblea Legislativa que se ha convertido en un insensible “elefante blanco”, ya que seguir votando por el prototipo amarillo, lo único que estará haciendo es avalar que esta capital siga siendo gobernada por cleptómanos amparados por el poder constitucional.