- Edith Gómez Beltrán, Noemí Ramírez Sosa, José de Jesús Patiño Espinoza y José Manuel Álvarez Hernández ganaron con el platillo “El llano en sangre”.
Tenancingo, México.- Con el platillo “El llano en sangre”, el equipo integrado por los estudiantes Edith Gómez Beltrán, Noemí Ramírez Sosa, José de Jesús Patiño Espinoza y José Manuel Álvarez Hernández ganó el Sexto Concurso Gastronómico “Saboreando una novela histórica: Juan Rulfo”.
El certamen, convocado por la Licenciatura en Gastronomía del Centro Universitario UAEM Tenancingo, fue el marco en el cual los estudiantes presentaron su proyecto final de la materia “Patrimonio Gastronómico del Siglo XIX al Contemporáneo”, que imparte José Antonio Suárez Ríos.
Consistió en crear o innovar un platillo acompañado de vino, a partir de un fragmento, historia o tema de la obra literaria de Juan Rulfo, a quien de esta manera se rinde un homenaje, con motivo de la conmemoración del centenario de su nacimiento.
El jurado de este certamen, conformado por la subchef de la cocina corporativa de José Cuervo, Margarita Espinoza de los Monteros Guadarrama; el chef mánager del Restaurante «Los Placeres», de Malinalco, David Ochoa Rivera, y la directora del Centro, Ivette Michelle Valdespín Valdés, calificó la técnica, el platillo, la limpieza, la preproducción y posproducción de los platillos de los alumnos participantes.
De “El llano en sangre”, que consistió en un medallón de res, ceniza elaborada con chile, tortilla, sal y pimienta, un glaseado de chiles con miel y puré de papa, se evaluó también la receta estándar, la ficha de cata, sabor, armonía de ingredientes, emplatado, montaje, maridaje de texturas, sabor, color y aroma, así como la justificación con respecto a los cuentos La herencia de Matilde Arcángel y Nos han dado la tierra, que forman parte de El llano en llamas, además de la fluidez en la explicación del trabajo por parte de los alumnos.
Otros platillos preparados por los alumnos en el marco de este certamen fueron: “Conejo luvino”, basado en Luvina; “Pollo en tres tiempos”, en El gallo de oro, y “Diles que no me maten”, en el cuento homónimo.
