Inicio Estado de México Tercer concurso estatal de danzas tradicionales: una expresión de resistencia

Tercer concurso estatal de danzas tradicionales: una expresión de resistencia

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Toluca, México.- El próximo domingo 7 de julio se realizará en la Alameda Central de Toluca el tercer Concurso Estatal de Danzas Tradicionales que organiza el Movimiento Antorchista del Estado de México.

            Previamente, se realizará un desfile cultural alusivo que irá del Cosmovitral a la Alameda Central.

El propósito de este concurso es el rescate y la difusión de las danzas tradicionales y de los bailes populares del Estado de México. Por lo que veremos desfilar y concursar a grupos artísticos de las etnias: mazahua y otomí principalmente, pero también náhuatl, tlahuica y algunas otras agrupaciones mestizas.

Este encuentro cultural reunirá a más de 600 danzantes y músicos de grupos autóctonos provenientes de diversas localidades del Estado de México. Además de la música, algarabía, vestimenta tradicional y otros factores característicos de las danzas tradicionales mexiquenses, este evento es importante por la visión social con la que se realiza, una visión distinta al resto de encuentros que sólo buscan “lucir” plásticamente nuestras antiguas tradiciones, sin fijar una postura social firme.

El Concurso Estatal de Danzas Tradicionales de Antorcha es una expresión de resistencia frente a la visión occidental como única forma de pensamiento, que por más de cinco siglos ha erosionado los conocimientos y saberes de nuestros pueblos indígenas.

Participarán alrededor de 20 grupos provenientes de los municipios de Temascalcingo, Jilotepec, Temoaya, Jiquipilco, Toluca, Zumpahuacán, San Felipe del Progreso, San Felipe del Rincón, entre otros. Además, participarán las escuelas de Bellas Artes de Chimalhuacán, Ixtapaluca y Texcoco, cuya fundación responde precisamente a la necesidad de rescatar y difundir todas las expresiones culturales y artísticas del pueblo mexicano.

Para el Movimiento Antorchista, la cultura no es un adorno ni una moda, sino una necesidad espiritual de nuestro pueblo y de todos los pueblos del mundo porque la defensa de cada nación, de cada país o de cada nacionalidad se hace mediante la preservación de su lengua, de su cosmología, de su gastronomía, de sus actividades productivas y de sus danzas y bailes tradicionales. Un pueblo que no tiene los elementos antes citados, es un pueblo que no ha echado raíces en su tierra y es presa del avasallamiento económico, político y cultural proveniente de los países poderosos del pasado y de la actualidad.

En nuestro país hay 62 grupos étnicos, cinco se encuentran en el territorio mexiquense: mazahuas, otomíes, tlahuicas, matlatzincas y nahuas. De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 en el Estado de México, la población indígena suma un total de 417 mil 603 personas que representan el 2.6% de la población que habita en el estado, indicando una tendencia a la baja si lo contrastamos con el 3.7% que representaba en 1990, el 3.0% en el 2000 y el 2.8% del 2010.

Esa tendencia se debe, entre otros factores, a la globalización que ha provocado, cada vez con mayor hostilidad, que la fisionomía sociocultural de muchas regiones indígenas cambie de manera vertiginosa. La visión “desarrollista” del Estado mexicano solo ha subrayado más las diferencias entre los indígenas y el resto de la población, teniendo como consecuencia que sean los indígenas los más excluidos de toda justicia social, según lo marcan los indicadores económicos nacionales y estatales.

La resistencia es todavía símbolo y motor de la historia cotidiana de nuestros pueblos originarios. Así, con todo y las modificaciones, su cultura trata de conservar su esencia; es decir, de mantener las maneras propias de ver y entender el mundo, así como las formas específicas de organización y cohesión social que se expresan en una serie de rasgos culturales y artísticos, como las danzas y la música que podremos apreciar el próximo 7 de julio.

Partiendo de los principios de multipolaridad y multiculturalidad internacional y nacional, el Movimiento Antorchista Mexiquense muestra su respaldo y solidaridad con nuestros pueblos originarios. Estamos a favor de cualquier acción que genere las condiciones necesarias para conferir a las comunidades indígenas el dinamismo y fortaleza para mantenerse como unidad, para refundarse y cumplir con el objetivo vital de su propia reproducción y desarrollo.

Las danzas que se presentarán en la Alameda central el próximo 7 de julio, se encuentran: Xitas (viejos) de Temascalcingo, Becerreros de Zumpahuacán, Matlatchines y Moros y cristianos, entre otros. También veremos danzas mazahuas, Chinelos, Santiagueros, Milperos, Concheros y bailes de Carnaval típicos del municipio de Chimalhuacán.