Toluca, México.- Toluqueños, mexiquenses y vecinos de estados colindantes arriban todos los días a la Terminal de Autobuses, punto de encuentro de familias y amigos, origen y destino de millones de viajes cada año, así como referente geográfico de la zona oriente de la capital.
En la década de 1960, la primera terminal de autobuses abrió sus puertas en la avenida Benito Juárez esquina Instituto Literario, en un recinto que funcionó como Cárcel Central y que era custodiada en aquel entonces, por las fuerzas del municipio. En la actualidad se ubica en ese espacio un centro comercial.
El único vestigio de la antigua central camionera es un monumental mosaico, con evidentes huellas de deterioro, realizado por el artista Roberto Cueva de Río, titulado “La Historia del Transporte”.
Debido al natural crecimiento urbano de Toluca, que llevó a la ampliación de las estrechas callejuelas circundantes, poco más de una década después sus instalaciones se reubicaron en los límites de la ciudad pero hoy día es, de nueva cuenta, parte del paisaje urbano.
Es al arquitecto Leopoldo Meléndez Sánchez a quien se debe la construcción del actual edificio. Las obras iniciaron durante 1970 y se concluyeron dos años después. En la actualidad y a 46 años de su inauguración, sigue vigente y en operación una terminal que es silenciosa testigo de la transformación de la capital.
Todos los días, más de 60 mil personas, y en épocas vacacionales hasta cien mil, llegan a las taquillas de las 34 líneas de transporte que existen en este lugar para reunirse con su familia, amigos o por cuestiones de trabajo, esparcimiento o educación.
