Por: Carlos Ugalde Sixtos
Como dijo un compañero: da un poco de pereza debatir necedades, pero ni modo, no vayan a decir los de Morena, ateniéndose al dicho “el que calla otorga”, que como nadie dice nada, significa que todos están de acuerdo. Así que aquí vamos. Para no aburrir demasiado a quien me haga el favor de leer esto, solo seleccioné los puntos que consideré más importantes que abordó AMLO en su Segundo Informe de Gobierno.
Lo que, según él, pretendió ser un Informe de Gobierno, no fue mas que más de lo mismo; es decir, la visión muy, pero muy particular de él y sus seguidores. Obviamente, desde el dos de septiembre han llovido una catarata de opiniones en todos los medios de comunicación nacionales y extranjeros en el sentido de que, desgraciadamente, el presidente de México vive en otro mundo, en una realidad alterna. He aquí las principales incongruencias que dijo:
“Según cálculos oficiales, por no permitir la corrupción y por hacer un gobierno austero, hemos podido ahorrar durante nuestra administración alrededor de 560 mil millones de pesos.” ¿Y dónde está ese dinero? ¿Por qué no se utilizó para apoyar a la población?
“Se han reconvertido, con el apoyo de los gobiernos estatales de la Secretaría de Marina y de la Secretaría de la Defensa Nacional, 969 hospitales para atender pacientes con Covid-19, se han instalado 32 mil 203 camas y 10 mil 612 con ventiladores; asimismo, se han contratado 47 mil médicos generales, especialistas, enfermeras y otros trabajadores de la salud.” ¿Por qué no ha querido invertir en miles de pruebas para detectar los contagios? Miles de gentes que prefieren morirse en sus casas no son contabilizadas y por eso no se suman a las cifras oficiales; de ahí la diferencia entre el informe diario de López Gatell y el Registro Civil. Por eso méxico es tercer lugar en mortandad a nivel mundial.
“En siete de cada diez familias está llegando cuando menos un beneficio o algo del presupuesto público, que es dinero de todos; además, el cien por ciento de las comunidades indígenas y de los más pobres del campo y la ciudad se benefician con al menos uno de los programas sociales.” Falso a todas luces, basta con que se haga una sencilla encuesta con los vecinos y sale a relucir la penosa verdad. Y entre los indígenas menos, tal vez el gobierno de la 4T le apuesta a que los indígenas no van a protestar.
“Se ayuda, por medio de los programas sociales, a 23 millones de familias.” Es del dominio popular que esos apoyos a un gran porcentaje de familias no les llegan o solo en una ocasión les ha llegado. Además, de que es un descarado clientelismo que se está asegurando Morena para la contienda electoral de 2021.
“Este año, debido a la pandemia, los adultos mayores, así como los niños y las niñas con discapacidad, recibieron por anticipado sus pensiones; solo falta pagar noviembre y diciembre; en ocho meses se han destinado a estos programas 115 millones de pesos en beneficio de 9 millones de personas. No es un gasto sino una inversión; no son dádivas, es justicia.” También es del vox populi, que dichos apoyos sólo se dan a la gente que promete votar por Morena.
“Tres millones de agricultores y pescadores están siendo apoyados; se les otorgan recursos de manera directa, se les ayuda con jornales para cultivar sus tierras, se les entrega fertilizantes de manera gratuita y se establecieron precios de garantía para comprar a productores del campo, maíz, frijol, arroz, trigo y leche.” Pues quien sabe en dónde vivan esos agricultores, porque la idea que prevalece entre los campesinos es la de que hoy están más olvidados que nunca. Para muestra un botón: los campesinos pobres del Estado de México este año no recibieron el fertilizante subsidiado al 50% que habían venido recibiendo desde hace doce años.
“Se reformó la Constitución y se castigará con cárcel y sin derecho a fianza a quien utilice el presupuesto público en beneficio de partidos y candidatos o adultere el carácter libre y democrático de las elecciones.” Pues que se encarcele a sí mismo, puesto que la semana pasada circuló en las redes sociales un video en donde su hermano Pío recibía dinero del erario oaxaqueño para apoyar su eterna campaña.
“De los 100 compromisos que hice en el zócalo el primero de diciembre de 2018, hemos cumplido 95, solo cinco están pendientes.” No hace alusión a cuáles son los compromisos que representan ese 5%. Pareciera que la dislexia le impidió declarar que el 95% faltaba por cumplirse y que sólo el 5% estaba cumplido. Sólo por destacar dos que fueron los ejes principales de su campaña para arribar a la presidencia y que hasta la fecha no ha cumplido: que la corrupción se iba a terminar y que el crecimiento de la economía iba a darse como nunca. En cuanto a la primera, no sólo no la ha desaparecido, en las filas de Morena campea a todo lo que da la corrupción: el gobernador de Puebla aparece en una lista de gente que recibió sobornos millonarios para no votar en contra de la reforma energética y la expresidenta del partido gobernante es acusada de fraude millonario por sus mismos compañeros, sólo por mencionar dos casos. En cuanto a la segunda promesa, nada que decir, no sólo no ha logrado el crecimiento que sus antecesores lograron y a los que tanto criticó por no lograr mejores resultados. En el primer semestre hubo un decrecimiento del 17.5%.
En fin, los resultados de la contienda electoral del 2021 nos dirán si el presidente logró su objetivo de desinformar a sus gobernados. Al tiempo.