Lirio Dení García Córdova
El Movimiento Antorchista Nacional nació en el municipio de Tecomatlán, en la baja Mixteca poblana, el año de 1974. El pequeño grupo de apenas 30 elementos, se conformaba mayoritariamente por campesinos inconformes, que decidieron hacer frente a los caciques de la zona, razón por la cual, el primer nombre de nuestra organización fue Antorcha Campesina.
Tecomatlán también es el lugar de origen de nuestro líder nacional, el Ingeniero Aquiles Córdova Morán, quien tomó las riendas de Antorcha desde su nacimiento, luego de una larga carrera de lucha como estudiante y docente en la Escuela Nacional de Agricultura, en la que tomó parte activa para su transformación en Universidad Autónoma Chapingo, al redactar, junto con otros chapingueros progresistas, el documento constitutivo de la misma, mejor conocido como “Proyecto UACh”.
Desde que Antorcha gobierna Tecomatlán, este municipio pasó de ser el más marginado y olvidado del estado de Puebla, a ser nombrado en 2013 como una de las 25 ciudades con mejor calidad de vida, dada su capacidad de transformación, innovación y sostenibilidad, por el comité del City to City Barcelona FAD award. Ese mismo trabajo se replica hoy en varios municipios donde gobierna Antorcha como Ixtapaluca y Chimalhuacán en el Estado de México; Tepexi de Rodríguez y Huitzilan de Serdán en Puebla, Villa Hidalgo y Villa de Ramos en San Luis Potosí, por mencionar los más representativos.
A lo largo de estos 45 años, se han sumado a nuestra organización diversos sectores sociales como amas de casa, obreros, estudiantes, maestros, habitantes de colonias populares, profesionistas, médicos y más, quienes han encontrado en Antorcha la guía para luchar por sus demandas inmediatas. Por eso ahora se llama Movimiento Antorchista Nacional.
Las obras y servicios que el pueblo organizado en Antorcha ha arrancado a los distintos niveles de gobierno, en beneficio de las zonas más humildes y marginadas del país, pueden contarse en decenas de miles; desde las más pequeñas como apoyos materiales para enfermos, hasta la construcción de grandes obras de infraestructura como distribuidores viales, polideportivos, hospitales o centros educativos. Esta capacidad de realización le ha valido la simpatía entre los sectores marginados, por lo que hoy podemos presumir de ser la organización más grande, mejor estructurada y firme a nivel nacional, con poco más de dos millones y medio de agremiados.
Tres características fortalecen el trabajo de nuestro movimiento: la primera es la independencia económica con la que contamos, misma que ha recibido arteros ataques por parte de la Cuarta T, en su primer año de gobierno. Antorcha cuenta con una base económica sólida, compuesta por diversos negocios legales y públicos, producto del trabajo y colaboración de todos los agremiados; no solo la conocemos por haber contribuido a construirla, sino que estamos dispuestos a salvaguardar y defender este gran esfuerzo colectivo.
La segunda, es la constante educación política del pueblo humilde. Todos los niveles estructurales de nuestra organización tienen como tarea fundamental estudiar el funcionamiento de nuestra sociedad, analizar los problemas que aquejan al país, y conocer las propuestas que Antorcha tiene para cambiar las condiciones de desigualdad social en la que vivimos. No sólo nuestros problemas inmediatos, sino aquellos que compartimos todos los humildes de nuestra patria, pues nuestro compromiso es con México.
La tercera es la constante formación de cuadros políticos emanados del pueblo, hijos del pueblo, quienes han cultivado desde su infancia el más profundo cariño a los desprotegidos, para que, como profesionistas o dirigentes, no busquen la riqueza personal, sino la identificación plena con los intereses colectivos, con los intereses de los marginados, y se unan a su lucha por un país donde la riqueza se distribuya equitativamente para todos.
El mes de noviembre, el Movimiento Antorchista dio un ejemplo nacional de lucha y firmeza, de congruencia y decisión, al encabezar un plantón de 11 días frente a la Cámara de Diputados, para exigir que el Presupuesto Federal 2020 incluyera poco más de 1500 obras con un valor de 3,800 millones de pesos, que serían realizadas por las autoridades correspondientes y no por la organización, obras que, como todas las que ha gestionado nuestra organización, impactarían directamente en el mejoramiento de vida de las zonas históricamente excluidas de las prioridades gubernamentales. Y gracias a esa lucha, pudimos dejar claro a nivel nacional que Antorcha está más viva y más fortalecida que nunca. No ganamos las obras para la gente, pero sí ganamos a la gente para las obras, quienes pudieron constatar que el discurso de la 4T “primero los pobres” no era más que jarabe demagógico para engañar inocentes, pues sin ningún recato, negaron la asignación de presupuesto para estas demandas de primera necesidad.
Compañero antorchista: el día de hoy estamos celebrando 45 años de lucha constante. Recuerda que la grandeza de nuestra organización radica en la fortaleza de su tamaño y la solidez de sus ideas transformadoras. ¡Tú eres la pieza clave del engranaje que ha hecho de Antorcha, la única alternativa para combatir la injusticia social en nuestro país! ¡Este evento es crucial en la historia de nuestra organización! ¡Súmate a la vanguardia que luchará por el poder político de la nación y demostrará que el pueblo está listo para gobernar! ¡Que viva el Movimiento Antorchista Nacional!
