Por: Antonio Zacarías
En este país, así como en todas las naciones del mundo, la generación de la riqueza se realiza gracias a la conjunción de los elementos que señalará el economista inglés William Petty en aquel enunciado en el que afirmaba que: el trabajo es el padre y el principio básico de la riqueza; la tierra es la madre.
Dicha afirmación es irrefutable: diariamente salen a laborar millones de hombres y mujeres que en todos los sectores de la vida económica y social hacen, con el desgaste de sus músculos y nervios, que la naturaleza se convierta en todos aquellos satisfactores y servicios que la sociedad necesita. Tan solo en 2019, la riqueza producida por la clase trabajadora a lo largo de un año, es decir, el PIB fue de aproximadamente 18,5 billones de pesos mexicanos.
A los recursos generados por el trabajo del pueblo mexicano hay que agregar la aportación que hacen los trabajadores a la hacienda pública por medio de los impuestos. En México es la clase trabajadora la que soporta y aporta la mayor carga tributaria; es decir, son los trabajadores los que contribuyen con la mayor proporción de los impuestos. De acuerdo con la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), la carga tributaria recae en ciertos bienes y servicios de consumo cotidiano, entre los que se encuentra la gasolina, gas LP, refrescos, tenencia y predio, entre otros. Por su parte de la OCDE, señala que los mexicanos son quienes pagan más impuestos. Y así es, los mexicanos pagamos impuestos por y a través del consumo y del salario.
Como se puede observar, son los trabajadores a través de dos vías -trabajo e impuestos- los que hacen que la nación cuente con los recursos para que el gobierno en todos sus niveles disponga del dinero necesario para hacer funcionar el aparato burocrático-administrativo y para aplicarlo en la atención de las necesidades de la población. Sin embargo, a pesar de que son el trabajo y los impuestos que pagan los mexicanos los que permiten que el gobierno federal tenga recursos, desde hace dos años, con el arribo de López Obrador al poder, los verdaderos creadores de la riqueza fueron excluidos del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF 2021); en el momento en el que el presidente desapareció el ramo 23 los pueblos y colonias que no tenian agua potable, drenaje, calles pavimentadas, electricidad, vivienda digan, escuelas y hospitales de calidad, vieron frustradas las posibilidades de mejorar sus condiciones de vida y esta situación, este atraco, se repite una vez más.
En el PEF 2021 quedan fuera programas importantísimos como:
1.- la Escuela es Nuestra, aunque en Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Guerrero y Puebla, la SEP estime que el 52 por ciento de las escuelas de dichas entidades carezcan de agua potable, 78 por ciento no tenga servicio de drenaje, y 92 por ciento no cuente con acceso a internet.
2.- Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral, a pesar de que en México aproximadamente 71.7 millones de personas no tienen acceso a la seguridad social, que representa 57.3% del total de la población.
3.-Agua potable, drenaje y tratamiento, aunque eso signifique que 44 millones de mexicanos sigan sin acceso al agua potable o que 5.5 millones de casas sigan sin drenaje.
4.-Programa para el desarrollo profesional docente, aunque ocupamos los últimos lugares en la prueba PISA, a pesar de que con la pandemia habrá un grave retroceso y se necesitará aún más de maestros más capacitados.
5- Programa Integral para la Atención del Cáncer Cervicouterino; Subsidio para Refugios y Centros de atención externa para Mujeres Víctimas de Violencia, no obstante que el 12% de las muertes en en México sean a causa del cáncer; a pesar de que el 34% de las mujeres a nivel nacional sufrieron violencia física; aunque el 41.3% a nivel nacional haya sido víctima de la violencia sexual.
Señor presidente, ¡usted miente! No es verdad que su gobierno privilegia a los pobres, no es verdad que el PEF atenderá a los más vulnerables. El PEF, desde hace dos años, de ninguna forma ha servido para mejorar la calidad de vida de los mexicanos.
Desde que López Obrador llegó a Palacio Nacional el presupuesto de la nación lo ha utilizado como si fuera de su propiedad y peor aún, lo ha usado para “maicear” a los mexicanos por medio de su tristemente famosos apoyos monetarios, ha usado el presupuesto para comprar la voluntad de los mexicanos y mientras la pobreza y la desigualdad siguen apoderándose del país.