- El objetivo es reparar el daño, no sancionar a los involucrados.
Valle de Bravo, México.- Más allá de sancionar o encarcelar a los involucrados en un conflicto, a través de la mediación en los pueblos indígenas, se busca dialogar y reparar el daño, afirmó Rubén Cardoza Moyrón, responsable del Programa de Reforma de Justicia del Centro de Estudios sobre la Enseñanza y el Aprendizaje del Derecho A.C.
El académico indicó que a fin de buscar soluciones alternativas a los conflictos, pueden fungir como mediadores dentro de las comunidades indígenas, las personas que pertenecen al Poder Judicial, a la Procuraduría General de Justicia, a organizaciones de derechos humanos o asociaciones civiles, o incluso pueden ser los integrantes de los propios grupos originarios que hayan recibido la formación necesaria sobre mediación.
Durante una conferencia organizada por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, refirió que para ser mediador no se requiere de un título profesional de abogado o psicólogo, sino voluntad de participar con las personas y ayudarlas a resolver el problema que tienen, sin imponerles determinada solución.
Se tienen casos de éxito, ejemplificó, como la mediación comunitaria en la Unión de Organizaciones Campesinas e Indígenas en Ecuador; la integración de los 34 Centros de mediación comunitaria en Oaxaca en coordinación con los gobiernos municipales; y actualmente se tiene la posibilidad de incorporar la figura de mediador indígena en la justicia alternativa del estado de Hidalgo, entre otros.
En el caso del Estado de México, puntualizó que la Comisión de Derechos Humanos estatal, cuenta con un Centro de Mediación, en el que se brinda atención a cualquier persona que la requiera, a fin de llegar a un acuerdo consensuado y cordial entre las partes involucradas.