- Para lograr un IMSS preventivo e integral, se considera a esta atención como parte del ciclo de la vida, que permite un bien vivir y bien morir
- En la Clínica del Dolor y Cuidados Paliativos del Hospital de Oncología del CMN Siglo XXI, pionera en este tipo de cuidados, se atiende a 15 mil pacientes y familiares al año
- Se creó la residencia médica en Medicina Paliativa en enfermedades crónicas y por cáncer, con duración de dos años
Ciudad de México.- Para cumplir con uno de los objetivos centrales del Plan IMSS: Bienestar para toda la vida, un IMSS preventivo e integral, así como con el compromiso del Seguro Social de estar presente en todo el ciclo de vida, “desde antes de nacer, hasta un bien morir con cuidados paliativos”, el Instituto brinda este tipo de atención con énfasis en pacientes con enfermedades crónicas y terminales, particularmente con quienes sufren de cáncer.
La Organización Mundial de la Salud señala que los cuidados paliativos son aquellos que mejoran la calidad de vida de pacientes y familias que se enfrentan a situaciones asociadas con enfermedades terminales, a través de la prevención y alivio del sufrimiento, por medio de la identificación temprana, la evaluación y tratamiento del dolor, problemas físicos, psicosociales y espirituales, así como síntomas.
El doctor José de Jesús Salvador Villafaña Tello, jefe de la Clínica del Dolor y Cuidados Paliativos, de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Oncología, del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, señaló que el IMSS está a la vanguardia al contar con un cuadro completo de medicamentos para aliviar el dolor en niños, adultos y adultos mayores con síntomas como debilidad, náusea, vómito, estreñimiento, diarrea o sensación de ahogamiento, entre otros.
En este hospital, indicó, se brinda atención a 120 mil pacientes al año, de los cuales, en la Clínica del Dolor y Cuidados Paliativos se atiende a un promedio de 15 mil pacientes con sus familiares, a quienes se brinda capacitación y trato personalizado mediante el equipo multidisciplinario de profesionales de la salud: médico, enfermería, trabajo social, asistente médica, ya sea dentro de las instalaciones o mediante llamadas por teléfono para una vigilancia las 24 horas del día, así como manejo domiciliario y/u hospitalario.
El especialista afirmó que esta Clínica del Dolor se ha constituido como pionera en cuidados paliativos, no solo en el IMSS, sino también como formadora de recursos humanos, al capacitar a personal de salud del sector privado y público como ISSSTE, Secretaría de Salud, DIF, MARINA, SEDENA, entre otras, etcétera, además de contribuir en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República durante el proyecto de reforma y la ley en la materia.
Explicó que también se ha contribuido en la docencia, pues residentes en especialidades médicas como medicina familiar, geriatría, radioterapia, psiquiatría y anestesiología, cirugía oncológica y oncología médica del propio Hospital de Oncología, de unidades médicas del IMSS en el interior del país y de otras instituciones, son capacitados en esta clínica, a fin de que al término de dos meses se sumen a hospitales de otras entidades.
Además, agregó, por primera vez en México se creó la residencia en Medicina Paliativa, con duración de dos años, la cual dio inicio el 1 de abril de 2019, con lo que el IMSS muestra su compromiso con la salud e innovación en la materia en favor de sus derechohabientes. Una vez concluida la residencia, este personal capacitado podrá ocupar cargos como jefes de servicio o médicos adscritos y empezar a replicar lo aprendido en el IMSS.
El señor Jorge de la Riva Nava, de 80 años de edad, fue diagnosticado con cáncer desde 2007; cuando su enfermedad se volvió terminal y ante los intensos dolores producto de la quimioterapia y los estragos de su mal, fue enviado a la Clínica del Dolor del Hospital de Oncología del CMN Siglo XXI.
Actualmente el tumor maligno continúa en crecimiento y le ha provocado metástasis, es decir, se ha diseminado a otros órganos del cuerpo, afectando física, social, emocional y espiritualmente tanto a él como a su familia. Sin embargo, se mantiene optimista.
“La atención es maravillosa, es adonde viene uno no a curarse, sino a que otorguen una calidad de vida mejor, porque desgraciadamente los dolores que uno padece con esta enfermedad terrible son insoportables, pero con la atención, ahí la estamos llevando bien”, enfatizó.