Vocera del Movimiento Antorchista en el Estado de México
Al igual que hace 45 años en que nació la organización social más grande y exitosa de este país, los antorchistas del Estado de México continúan gestionando obras y servicios para beneficio de los mexiquenses de comunidades vulnerables, pero que desde hace varios años han sido negadas por funcionarios del gobierno del Estado de México y por el gobierno federal, independientemente del político que ocupe la silla presidencial.
Contrario a los comentarios negativos, que nunca faltan, luego de que alguien realiza movilizaciones para demandar obras o intervención del Estado para solucionar algún problema, referentes a que el gobierno no tiene por qué resolver tal o cual demanda de sus gobernados, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su Artículo 3º, establece que todo mexicano tiene derecho a la educación, y a la infraestructura educativa adecuada para garantizar el máximo logro de aprendizaje de los educandos.
Aún más: en su Artículo 4º, señala que, además de que el Estado deberá garantizar la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad a todos los mexicanos, también deberá garantizar la salud y vivienda digna para todos, por lo que, para lograrlo, estará obligado a establecer mecanismos y definir la participación del Estado y las entidades federativas.
Con base en estos principios constitucionales, los antorchistas del país seguimos un protocolo de gestión de obras antes de realizar cualquier manifestación pública. Por ejemplo, prácticamente dos años antes de la concentración de 30 mil antorchistas en la ciudad de Toluca el pasado 4 de julio, dimos a conocer a las autoridades estatales, mediante oficios, los problemas que presentan varias grupos sociales y comunidades mexiquenses, a fin que los resolvieran.
Luego de que el terremoto del 19 de septiembre de 2017 afectara cientos de edificios escolares en los municipios de Chimalhuacán y Nezahualcóyotl, maestros, padres de familia y estudiantes, acudieron en decenas de ocasiones a las oficinas del instituto Mexiquense de la Infraestructura Física Escolar (Imife), primero para que dictaminaran el grado de afectación y luego para que construyeran aulas, laboratorios y bardas perimetrales altamente afectadas. No obstante, han transcurrido casi dos años de la catástrofe y el Imife no ha terminado de atender todos los casos urgentes y, lo que es peor, tampoco ha terminado de construir el edificio de la Preparatoria Oficial 336, ubicada en el municipio de Nezahualcóyotl, el cual fue demolido luego de haber sido declarado como pérdida total. Debido a ello, el alumnado recibe clases dentro de carpas con todos los riesgos que ello implica.
En situación similar se encuentran la demanda de equipamiento de siete centros de salud ubicados en los municipios de La Paz (uno), Ecatepec (uno) y Nicolás Romero (cinco), en donde sus edificios se han convertido en verdaderos elefantes blancos porque las autoridades de salud no los han equipado ni han contrato al personal médico. Todos sabemos que una de las preocupaciones más profundas de todo ser humano es cuando pierde la salud él o alguno de sus seres queridos y, para colmo, no tenga dónde acudir a un médico para curarlo. En esa situación se encuentran cerca de 100 mil habitantes de los municipios señalados, los cuales es gente altamente necesitada debido a la situación de pobreza por la que atraviesa.
Luego de la marcha de 30 mil antorchistas, los antorchistas del Estado de México esta semana reiniciarán las gestiones para buscar soluciones a los graves problemas que tienen miles de mexiquenses, entre los que también se encuentra el revestimiento del Río Coatepec, en el territorio del municipio de Chimalhuacán, a fin de proteger la vida y patrimonio de 50 mil chimalhuacanos humildes, problema que están revisando con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), dependencia federal que también ha engañado y maniobrado para no resolver un grave problema de inundaciones.
Los funcionarios del gobierno del Estado de México se comprometieron a resolver los problemas antes descritos, lo cual esperamos suceda en la semana que comienza toda vez que, una vez más, ofrecieron mesas de trabajo con diversos funcionarios de alto nivel. Nuevamente, pues, miles de antorchistas confían en que las gestiones tengan los resultados esperados; de lo contrario, están dispuestos a movilizarse tantas veces como sea necesario hasta que las autoridades gubernamentales cumplan con las obligaciones que la Constitución Política de México les señala.