Marcos Espinosa
Han pasado cinco años del gobierno morenista en el país, en los que este partido y en particular el presidente tuvieron todo el poder en sus manos: tuvieron las cámaras de diputados, tanto la federal como las locales, gubernaturas, alcaldías y regidurías, desde donde decidieron en qué se gastarían los billonarios recursos públicos. Y pese a todo ese poder que tuvieron en sus manos, hicieron poco por el desarrollo de México. En ese sentido el “PRIAN”, al que tanto critican, construyó más.
Un ejemplo muy claro es el Sistema de Transporte Colectivo Metro: de 32 tramos que existen y doce líneas, durante los gobiernos priístas se inauguraron 31 tramos y 11 líneas, mientras que por parte de los personajes de Morena sólo se construyó un tramo y una línea, la cual se derrumbó.
Es decir, Morena sólo ha construido el tres por ciento del Metro y en menos de diez años colapsó, dejando no sólo daños materiales, sino que cobró la vida de 26 personas, más los 80 heridos. Una verdadera y terrorífica masacre por incompetencia de Estado.
Y es que a pesar de que han pasado más de dos años, el tema no se ha podido esclarecer, se ha enturbiado más, cada día surgen más interrogantes y se nota la poca voluntad del gobierno para dar a conocer el resultado de los diferentes estudios que se han realizado.
Hay quienes afirman, por ejemplo, que la falla en el metro se debió a falta de mantenimiento. Lo cual es negado por el gobierno federal y por el de la CDMX, personificado en la que sería la responsable directa: Claudia Sheinbaum.
Sin embargo, aunque lo nieguen de palabra, en los hechos se comprueba cada día más que el problema de la línea 12, y hoy del Metro en general, es la falta de mantenimiento, es el poco interés que se tiene por el cuidado y sobre todo brindarle a la gente una mejor calidad de vida.
Y es que diáfanamente se manifiesta que a Morena no le interesa la gente, no piensa en aliviar un poco la miseria en que vive la mayoría de la población. Si así fuera buscaría mejorar para todos el transporte, generar empleos en la zona metropolitana para que no todos salgan a buscar trabajo al centro.
En su lugar no hay empleo, hay cada vez más pobreza, y ahora, por si fuera poco, gradualmente tampoco habrá Metro, pues diariamente se presentan problemas y no únicamente en una línea, sino en la mayoría de ellas por falta de mantenimiento, de innovación y sobre todo de voluntad del gobierno de Morena.
Con esto no quiero decir que las cosas estuvieran bien. Aunque se hicieron algunas obras en realidad fue sumamente insuficiente, fueron avances raquíticos respecto a la necesidad. Y aún así Morena es mucho peor, ha hecho menos que los gobiernos que con tanta rabia criticaba.
Lo bueno sería que el problema que genera el gobierno solo fuera el Metro, pero no. Es general. Hospitales sin medicamento, con fallas estructurales como en elevadores donde también cada vez hay más casos y ya hubo una menor que murió aplastada en Quintana Roo.
En Ixtapaluca ocurre algo similar. No sólo no se ha construido algo trascendente, sino que lo ya existente se está deteriorando.
El CERMAS, la mejor obra de infraestructura social del 2019 del Estado de México, hoy es un elefante blanco tomado por el grupo Corona Arvizu. La entrada al municipio, en Tlalpizáhuac, de ser una de las más bonitas (si no la mejor entrada a un municipio en el oriente), con buena iluminación, fuentes y esculturas está hoy hundida en la basura, la delincuencia y la oscuridad.
Y ni hablar de la avenida Cuauhtémoc, de tener un camellón iluminado y un andador con gimnasios al aire libre, hoy es territorio de basura, maleza y oscuridad.
Pasaron cinco años, y pese a tener todo el poder para sí haber cambiado al país, lo hundieron en mayor rezago, más pobreza, delincuencia, falta de oportunidades.
Nuevamente se comprueba que la solución a los grandes problemas de México no es únicamente votar o castigar a un partido cada cierto tiempo, dejando a otros el futuro de nuestras familias. Va siendo el momento de tomar el presente en nuestras manos, en las de los desprotegidos, los olvidados, nos organicemos políticamente y luchemos por el cambio del estado de cosas que vivimos. Si no lo hacemos así, continuaremos viviendo la incompetencia de los gobiernos actuales.