Inicio Estado de México Vida digna

Vida digna

0

Dalila Rodríguez García

Una vida digna es perfectamente alcanzable, pero en estos tiempos donde el interés sigue siendo individual, la plenitud de una vida digna tiene un costo monetario muy elevado, que hace que el sector trabajador no la ve tan alcanzable como debiera ser.

La vida digna ha sido alcanzable para la elite poderosa del país. Desde que existe la propiedad privada, desde que existe la riqueza concentrada, la vida digna se ha pasado de generación en generación; es decir la herencia monetaria, de riquezas y bienes, lleva implícita la herencia de una vida digna. Pero eso sólo es una realidad para los que a través de los años y por la explotación del trabajo ajeno, se han hecho de un cúmulo de riquezas, que ni malgastándola alcanzan a agotarse en su vida.

Por ejemplo, para la elite del país, su vida digna se resume en tener un vehículo para cada día de la semana, tener innumerables casas en los lugares mejor ubicados del país, si se les antoja una ropa nueva van a otro país para darse el gusto de viajar y comprar, sin importar el costro del mismo, y más aún si tienen una enfermedad gastarán una fortuna para pagar a los mejores médicos del mundo, tendrán hasta especialistas que los cuiden de manera directa dentro de sus casas.

En el lado contrario está el sector trabajador: trabajadores de fábricas, oficinas o del campo, son los productores directos de las riquezas, los que generan las grandes riquezas de las naciones, pero nada tienen que heredar, nada tienen que ofrecer a sus seres queridos; por el contrario, a veces se endeudan sólo para salir al día. En el caso de los campesinos, viven a la voluntad del tiempo, si hay mal temporal sus cosechas no dan frutos, y por consiguiente sólo les quedará poco recurso para alimentarse, pero ya no tendrán ningún dinero para poder solventar los gastos de una enfermedad.

En México la cifra de personas en situación de pobreza sigue siendo alta: 46,8 millones de mexicanos; esas personas no sabrán en su vida que es tener una vida digna debido a que muy probablemente donde viven no cuentan ni siquiera con las condiciones básicas para medio vivir. Es muy probable que incluso padezcan una enfermedad mortal y ni siquiera lo saben porque no tienen dinero para acudir al médico de la comunidad si es que existe alguno.

Tal es el caso de algunas comunidades del país que tienen los indi cadores más altos de pobreza como: Chiapas con el 28.21%, Guerrero con el 22.23% y Oaxaca con el 20.23%, dado esos indicadores no es raro darnos cuenta que precisamente en esos tres estados la delincuencia y un sinfín de atropellos en contra de la gente va en aumento.

Los habitantes de esas comunidades, como he referido anteriormente, no cuentan con recursos para atenderse medicamente; por eso no es nada extraño que no se den cuenta de enfermedades silenciosas y mortales que los aquejan, tales como cáncer en todas sus variantes, enfermedad que sin duda afecta más las mujeres,  y es que el cáncer número uno en el país es el de mama, con un total de 27 mil 500 casos al año. De todos modos, los varones no se salvan de la enfermedad porque el segundo cáncer más mortal es el de próstata con 25 mil casos al año. Este dato hace que la tercera causa de muerte del país sea el cáncer, por esta terrible enfermedad en México fallecen 14 de cada 100 mexicanos.

Pero el sector que se ve más afectado es el de la tercera edad y es que el 16 por ciento de los adultos mayores sufre abandono y maltrato; 20 por ciento vive en soledad, no sólo están olvidados por el gobierno y la sociedad, sino también  por sus familiares.

El Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades dice que casi el 10 por ciento de la población es de adultos mayores; de ellos el 25 por ciento está en condiciones bajas de bienestar y casi el 20 por ciento en muy bajas. Hay cinco millones de ese sector que carece de los ingresos suficientes para adquirir bienes y servicios para vivir dignamente.

Mientras en el país no se cambie la forma de gobernar, la forma de repartir la riqueza, la clase trabajadora nunca podrá tener una vida digna. Una vida digna debería ser que las personas en situación de pobreza salgan de esa condición, tal como el gobierno chino lo logró con sus habitantes. El gobierno de nuestro país debería ser capaz de garantizar el alimento para cada habitante, pero eso no es una preocupación de la 4T y de ningún gobernante del partido que sea.

Una vida digna debería ser que todo mexicano tenga garantizada la alimentación, la salud, el medicamento y el tratamiento necesario para poder librar la muerte. Los mexicanos deberíamos tener acceso a un médico que nos lleve un seguimiento de rutina para poder prevenir cualquier enfermedad, que no estemos preocupados de donde saldrá el recurso para curarnos o curar a nuestros enfermos, tal como pasa en Cuba, que antes de preguntarte tu nacionalidad o pedirte tu carnet o tu ficha de turno, te atienden médicamente y te dan seguimiento sin importar el costo, porque su prioridad es la vida de sus habitantes. Desde luego eso tampoco pasa en México, donde nos prometieron centros de salud de primera calidad y sin embargo ahí no hay ni siquiera medicamentos para un simple dolor de cabeza.

Nuestros adultos mayores deberían tener la oportunidad de disfrutar su vejez, con un médico que los vigile, con la comida garantizada, gente que los cuide en todo momento, que los atiendan en casa si están enfermos; ellos han gastado su vida en empleos muy mal remunerados y lo menos que el gobierno debe garantizarles es una vejez sin preocupaciones, de qué les sirve tener una pensión, o un apoyo del gobierno si el 80 por ciento de lo que reciben lo tienen que gastar en alimentación y algo de medicamento y en muchas otras cosas que a fin de cuentas no les alcanza para recibir atención médica de calidad.

Hay lugares en el mundo donde una vida digna es la prioridad del gobierno, no por nada países como China, Rusia y Cuba, por mencionar algunos, destinan gran parte de sus recursos para que sus habitantes tengan una vida digna, tal como hace algunos meses escuche decir a un embajador chino, “La prioridad del gobierno chino, es tener un pueblo feliz”.

De esa manera puedo decir que la prioridad del Movimiento Antorchista Nacional es tener un pueblo feliz: nuestro trabajo tenaz y diario pronto dará muestras de que somos los únicos que verdaderamente buscamos la felicidad de todos los mexicanos, como lo dijo nuestro querido maestro Aquiles Córdova Moran: “donde todos los seres tengan pan y vestido, donde todos los niños tengan aula y hogar, donde el alma se eleve como el águila al nido y el espíritu humano pueda libre cantar”.