Francisco F. Velasco
Próximos a festejar 19 años de existencia de esta colonia, fruto de la organización de los que en su momento fueron solicitantes de vivienda y que, en su peregrinar en búsqueda de un pequeño espacio para vivir, encontraron la alternativa en el Movimiento Antorchista del noroeste mexiquense, comienzan los preparativos, bajo la responsabilidad de las integrantes del pleno, de los festejos con los que habrán de celebrar un aniversario más de lucha y de trabajo.
Parece algo común la celebración de los aniversarios de las colonias; sin embargo, para estos asentamientos que nacieron al fragor del combate cotidiano contra las condiciones naturales adversas y contra los rezagos sociales que en ocasiones se agudizan bajo la indiferencia de los funcionarios públicos en turno, un año más significa la posibilidad de continuar ofreciendo el ejemplo, hacia las demás colonias, de los beneficios que se obtienen cuando la gente lucha unida y organizada.
Un año más para las colonias Antorchistas también significa, el desarrollo de la conciencia política de sus habitantes, el reconocimiento pleno de que la pobreza y demás desigualdades que lastiman al pueblo pobre, se eliminarán de raíz, cuando se construya una sociedad nueva, que no se sustente en la explotación de los trabajadores para beneficiar a unos cuantos empresarios, sino en una que reparta la riqueza social generada equitativamente entre todos sus miembros, en la que ya no se padezcan los mismos sufrimientos porque todos los elementos que proporcionan bienestar a la población, estarán asegurados.
Para hablarnos de esos 19 años de lucha que se manifiestan en rectas y amplias calles pavimentadas, en alumbrado público, drenaje y en instituciones educativas con una elevada calidad educativa, los representantes de la colonia nos regalan unos minutos de su trabajo cotidiano para platicarnos de su experiencia de organización y trabajo vecinal.
Las integrantes del pleno, madres de familia ordinarias, pero con una gran disposición a la lucha a fin de desarrollar su la colonia, comienzan relatándonos sus recuerdos de los primeros días en que llegaron a vivir en este lugar:
-“Inicialmente no contábamos ni con agua ni luz, teníamos que hacer fosas para los baños y a veces, cuando llovía, de ahí tomábamos agua para regar las plantas; muchas personas decían que con esa agua se lavaba la ropa y se bañaban. Con el tiempo, asistiendo a las marchas y entregando a las autoridades los pliegos petitorios correspondientes, empezamos a obtener la luz, el drenaje. Teníamos que participar todos porque el municipio sólo nos daba los tubos y la mano de obra la poníamos nosotros; entre el lodo y todo eso, teníamos que hace la cepa para meter los tubos y los compañeros los pegaban con cemento; le entrábamos parejo, mujeres, hombres y a veces, hasta niños
“Desde entonces vamos a marchas, a veces hasta Toluca, a seguir peleando los servicios con los plantones, en algunas otras ocasiones nos tocaban colectas y con eso contribuíamos para conseguir mejoras para nuestra colonia; así se hizo en aquel momento. Ahora seguimos luchando porque últimamente nos ha faltado el agua, al parecer por el rompimiento de uno de los tubos por la Vía Corta. Por lo general, hay un mal funcionamiento de la planta de bombeo”.
En una plática amena nos relatan también los logros que paulatinamente fueron consiguiendo para dotar a la colonia de obras en beneficio de sus habitantes.
-“El primer servicio que se introdujo fue el de la luz, después el drenaje, el agua potable y lo más reciente ha sido la pavimentación. Aunque hacen falta algunas calles de la colonia por pavimentarse, pero estamos en proceso de lucha para que se logre. Recientemente, el Ayuntamiento se comprometióa construir un gimnasio al aire libre; por estos días deben de venir para comenzar el trabajo.
“Nos mantenemos organizados porque es necesario estar al pendiente de las necesidades de nuestra comunidad; por ejemplo, nos han fallado algunas lámparas en las calles y debemos solicitar al Ayuntamiento que vengan a colocarlas. A veces no se cumplen los compromisos; por ejemplo, en este caso, quedaron de enviar la “jirafa” para el cambio de las luminarias y no han venido, por eso debemos estar alertas y reportar inmediatamente esos retrasos porque son cosas necesarias para la colonia, ya que oscurece más temprano en estos tiempos”.
Elena Paniagua Cruz, nos comenta de la primera vez que se enteró de la posibilidad de adquirir un terreno en esta colonia.
-“El primero que se enteró fue mi esposo: una compañera de trabajo le platicó de las reuniones para adquirir lotes de este lado de Nicolás Romero. Él fue el primero que vino a una de esas juntas y después me preguntó ¿cómo ves?
“Al principio se me hacia lejos, yo vivía en Atizapán, pero como vimos que en los pagos había muchas facilidades y que el costo era muy bajo, decidimos venir. Se me hacía muy lejos y la primera vez que vine me perdí. Lo que finalmente me decidió fue que este pedazo iba a ser nuestro y por eso había que luchar”.
“Las mujeres de la colonia siempre hemos luchado, apoyadas por los hombres que tienen que ir a trabajar y luego no tienen tiempo para acompañarnos a las movilizaciones. Desde el 4 de abril de 2005 en que llegamos por primera vez, hace casi 18 años, nos hemos mantenido luchando por los beneficios para nuestra colonia”.
Finalmente nos hablan de los nuevos retos que enfrentan ante la ofensiva del gobierno federal en contra del Movimiento Antorchista y la necesidad de mantenerse organizados.
-“Seguimos invitando a los vecinos para que asistan a los mítines, a las marchas para continuar en la búsqueda de soluciones. Nos hemos dado cuenta, por ejemplo, cuando nos hace falta el agua, si no vamos a pedir, nunca nos dan nada, lo mismo sucede con la falta de servicios, si no es con la lucha, no logramos nada.
“Hemos trabajado en el lodo, padecido frío, llegamos aquí sin nada, hemos carecido de los servicios más elementales, aquí han nacido nuestros hijos, han cursado sus estudios en las escuelas de la colonia, hemos tenido la disposición a permanecer en guardias cuidando nuestros materiales cuando todo esto iniciaba, aprendimos a resolver los problemas de forma organizada y principalmente por medio de la movilización; por eso, aquí seguiremos, haciendo frente a las dificultades desde donde vengan.
“Por medio de la organización, través de ella, nuestra comunidad ha podido, en un año, tener los servicios que en ocasiones no tienen las de más tiempo, hay muchas ellas que no cuentan con drenaje, por ejemplo; nosotros hemos aprendido a luchar por nuestros derechos, por lo que nos hace falta, aquí nos han enseñado eso, cuando no teníamos con quien dejar a nuestros hijos para ir al mitin, los cargábamos con nosotros, con todo y las dificultades, por eso recomendamos a todos nuestros compañeros que sigan luchando, hacen falta muchas cosas más, ahora debemos estar atentos a la construcción del gimnasio al aire libre y a que cumplan con el cambio de las lámparas”.
