- Es único en su tipo y cuenta con más de 15 variedades del llamado oro verde.
- Permite, entre otras acciones, la conservación de este fruto en caso de desastre.
- Podría significar una fuente económica tras una catástrofe.
Coatepec Harinas, México.- Para poner al alcance de productores de aguacate plantas de máxima calidad y material vegetativo, la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro) a través del Instituto de Capacitación Agropecuaria, Acuícola y Forestal del Estado de México (Icamex), mantiene, estudia y mejora especies de este fruto mexicano gracias al trabajo que se realiza en el Banco de Germoplasma de Aguacate.
Con casi 70 años de haberse creado, el Banco de Germoplasma de Aguacate de ICAMEX-Sedagro es un centro de conservación de más de cuatro razas, mexicana, antillana, guatemalteca y costarricense, así como 15 especies.
Único en su tipo en México y el mundo por la cantidad de accesiones, esto es, plantas que se extraen de su lugar de origen y son llevadas a este lugar de conservación genética, está ubicado en Coatepec Harinas en el Estado de México dentro de las instalaciones de la Fundación “Salvador Sánchez Colín”.
“Estamos parados en el Banco de Germoplasma de Aguacate, de importancia mundial, es el primer Banco con una gran diversidad de razas y en el género persea y el resguardo de material genético de esta importancia nos ayuda para poder rescatar o mejorar las características genéticas de una variedad comercial, como lo es el Hass”, indicó el Gerente de Producción del Rancho “La Cruz”, donde se ubica dicha Fundación y trabajan con el germoplasma.
Las cuatro hectáreas del Banco de Germoplasma de Aguacate ofrecen servicio, capacitación y apoyo a los productores aguacateros del estado y del país, además, una de sus principales funciones es la de preservar el material genético de uno de los productos más importantes en materia económica para la entidad.
“El Banco se estableció a través de una técnica que se llama huerto-vivero, que es juntar lo más posible los materiales para que estos solamente se conservaran vivos, esta conservación de materiales se llama conservación en vivo, hay conservación in situ, pero esta conservación además de ser ex situ, que se extrae del lugar de origen, se conserva en vivo, no hay otra forma”, aclaró.
Gracias al trabajo que se realiza en este centro de resguardo genético, las más de 15 variedades de aguacate mexicanas y de otros países como Costa Rica, Ecuador, Honduras, Guatemala y Nueva Zelandia que existen ahí pueden recuperarse en caso de un desastre natural y con ello reiniciar un ciclo productivo que active economía en la zona siniestrada o iniciar trabajos de reforestación, por ejemplo.
Más allá de un programa de ayuda a los productores, es un sitio que eventualmente puede salvar vidas y reconstruir economías.
“Si en algún lugar se llega un desastre natural, como ya vimos lo que pasó con el Volcán de Fuego, aquí tenemos un resguardo muy importante, no, que ese material genético nos va a apoyar para poder recuperar algunas zonas, quizá hasta forestales”, comentó el ingeniero.
En tanto, este Banco mexiquense ofrece sus servicios a los productores aguacateros de la región otorgando material vegetativo, es decir plantas mejoradas, semillas, apoyo técnico y capacitación para el cultivo de aguacate.
Entre los trabajos que más destacan en este centro, es el de analizar las potencialidades de cada accesión, ya que algunas son productoras de semillas, otras de aceites o de porta injertos de calidad.
“Algo que nos ha ayudado bastante en la conservación de este Banco es para poder nosotros modificar o poder anexar nuevas características a nuevos materiales de aguacate; este beneficio va a ayudarles en cuestión de encontrar nuevos materiales que se acoplen a las necesidades del productor, ahorita sólo conocen aguacate para consumo en fresco, pero no saben que existe una variedad que es óptima para la industrialización, para la producción de cosméticos, para la extracción de aceites”, puntualizó.
Cabe destacar que, en este mismo Banco de Germoplasma, existen también accesiones de chirimoya y durazno.