Laura Castillo García
Vocera del Movimiento Antorchista en el Estado de México
El próximo domingo 10 de noviembre, el Movimiento Antorchista Nacional nuevamente mostrará al país entero que es la única organización popular capaz de reunir a 150 mil personas en un evento masivo, el cuarto que realizará este año para celebrar sus primeros 45 años de existencia.
En efecto, en menos de una semana, la capital poblana vivirá una de las fiestas populares más grandes que haya realizado organización social alguna: una parte de la base social antorchista, proveniente de los estados de Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Tlaxcala y Puebla, se reunirá en número de 150 mil en los estadios de fútbol y béisbol de la capital poblana, el Cuauhtémoc y el de los Hermanos Serdán. Desgraciadamente, solamente podrán reunirse 150 mil antorchistas debido a que en la capital poblana no hay un sitio más grande en el que pueden reunirse todos los antorchistas de las cinco entidades federativas mencionadas.
A la concentración poblana le precedieron las que se realizaron en las capitales de San Luis Potosí, Michoacán y Baja California, en donde miles de personas mostraron su adherencia al antorchismo, no solo porque el trabajo de gestoría de ésta ha beneficiado a sus comunidades, con lo que ellos mismos han visto que su vida se ha transformado. Como se sabe, porque ha sido ampliamente publicitado por parte de los medios de comunicación, el antorchismo no pudo realizar la concentración de sus militantes provenientes de Tabasco, Yucatán, Campeche, Quintana Roo y Chiapas, debido a las órdenes giradas “desde arriba” para impedirla; no obstante, aún no está dicha la última palabra, por lo que esperamos que pronto podamos anunciar la fecha para la realización del mencionado evento en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez.
Lejos de amedrentar al antorchismo con el hecho de coartar la libertad de expresión, el pueblo organizado de los estados mencionados se dispone a asistir al evento poblano no solo con gran entusiasmo sino en número mayor a los 150 mil anunciados en la propaganda; para defender a su organización y, con su presencia, manifestar a las autoridades correspondientes, y a los mexicanos en general, que el pueblo organizado no permitirá que se conculquen sus derechos constitucionales.
Quienes tomaron la decisión de prohibir la realización del evento antorchista en Chiapas nunca se imaginaron que su acción los perjudicaría más a ellos que a los propios agraviados; como se dice popularmente, les salió el chirrión por el palito y ahora los antorchistas están más dispuestos a acudir al llamado de su organización. Esos violadores del derecho de reunión de los mexicanos nunca imaginaron que, en lugar de causar desánimo, su vergonzosa acción despertaría aún más la conciencia política de los antorchistas, al grado que actualmente trabajan para hacer crecer a Antorcha y, cuando lleguen los tiempos legales, convertirse en partido político para, desde esa alta posición, instrumentar las políticas públicas que sus ideales y principios le dicten.
Los antorchistas aspiramos a alcanzar el poder político del país para construir un gobierno humanista que en verdad beneficie a los trabajadores con empleos dignos, mejores salarios, menos impuestos para los trabajadores y que paguen más impuestos quienes ganen más; impuestos que deberán beneficiar a toda la población mediante su aplicación en obras públicas.
