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Democracia, discurso de odio y agresiones

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Laura Castillo García

 

En un sistema político democrático como el que practicamos en México, cada seis años elegimos a la persona que va a dirigir al país.

Es cierto que hay gente que no hace uso de esta importante herramienta democrática porque piensa que todos los candidatos la engañan y que todo seguirá igual, por lo que el abstencionismo cada día crece más en nuestro país.

Pero millones de mexicanos, entre los que nos encontramos los militantes del Movimiento Antorchista Nacional, consideramos que el voto es un importante logro del pueblo de México, quien durante la Revolución Mexicana se esforzó, luchó, derramó sangre de millones de mexicanos a fin de que las generaciones futuras gozáramos de un país democrático en el que libremente pudiéramos elegir a nuestros gobernantes.

El voto directo en México quedó plasmado en la Constitución de 1917 y desde entonces los mexicanos gozamos del derecho de poder elegir a nuestros gobernantes.

Desgraciadamente, en las últimas tres elecciones a presidente de la República, hay gente que agrede verbalmente e injuria a quienes no pensamos como ellos y, por tanto, no vamos a votar por la candidata de su preferencia. Por esta razón, los intolerantes rayanos en fascistas, manejan un discurso de odio hacia los que no piensan como ellos, para generar un clima de linchamiento en contra de quienes se sienten dueños del poder.

Es el caso de Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores de Morena, quienes con insultos, calumnias, mentadas de madre y hasta agresiones físicas, pretenden obligar al resto de los mexicanos a votar por su candidato.

Por eso, luego del evento en que el Movimiento Antorchista Nacional manifestó su apoyo a la candidatura de José Antonio Meade Kuribreña, abanderado de la coalición Todos por México formada por los partidos Revolucionario Institucional, Verde Ecologista y Nueva Alianza, le han llovido en las redes sociales miles de comentarios injuriosos, soeces y hasta amenazantes no solo a los antorchistas en general, sino a su dirigente nacional, Aquiles Córdova Morán, una de las mentes más cultivadas y preclaras que hay en el país, quien el único pecado que cometió fue realizar un análisis crítico de la realidad nacional y de los diferentes candidatos a la presidencia de la República.

En un régimen democrático, los ciudadanos tienen derecho a organizarse libremente y a brindarle su voto al candidato con quien se sientan más identificados y cuando éste sea gobernante, también puede ejercer su derecho a exigir el cumplimiento de la palabra empeñada a través de sus promesas de campaña.

Por eso, nadie tiene derecho a injuriar, ejercer presión y agredir a quien no se identifique con su organización y su candidato. Quien lo hace, le hace un flaco favor a la democracia; más bien se identifica con la intolerancia y autoritarismo de Adolfo Hitler, uno de los más grandes agresores de la humanidad. Esa conducta agresiva de AMLO como candidato, nos permite imaginarnos cómo tratará a los mexicanos si es que adquiere el poder que tanto ambiciona.

Antorcha solicita a las autoridades políticas del país y a las autoridades del Instituto Nacional Electoral (INE) que den garantías de seguridad a los votantes en la jornada electoral que se avecina. Pero, para que eso llegue a suceder, tanto las autoridades políticas como electorales deben trabajar desde estos momentos para hacer que los partidos políticos se ciñan al marco pacífico en que debe desarrollarse este proceso electoral que nos dará al nuevo mandatario de la nación.

Los mexicanos queremos escuchar propuestas, ideas innovadoras que nos ayuden a salir de la miseria en que vivimos millones. Antorcha repudia la confrontación entre compatriotas que está impulsando el partido Morena y su dirigente Andrés Manuel López Obrador y pide serenidad y mesura a sus seguidores: los votos son los que decidirán la contienda, no las injurias.