Inicio Estado de México El uso electoral de los impuestos de los mexicanos

El uso electoral de los impuestos de los mexicanos

0

F. V. Figueroa

Estamos ya sobre los tiempos en que el gobierno federal debe presentar, a las cámaras parlamentarias de nuestro país –para su análisis, adecuación y aprobación–, la propuesta de distribución de los impuestos de los mexicanos en las diferentes áreas y secretarias, algo que se conoce simplemente como PEF; Proyecto de Egresos de la Federación. Parece ser algo sin mucha importancia, sin embargo, los mexicanos debemos conocer y analizar el contenido de este documento porque es trascendental para el futuro de nuestras familias y comunidades.

Al analizar el contenido del PEF, al enterarnos de las cantidades destinadas a la educación, salud, turismo y trabajo, por ejemplo, nos formaremos una idea de la verdadera política que aplica el gobierno en favor o en contra de un determinado sector de la sociedad y, sobre todo, prever el panorama que nos espera en función de lo que planea el gobierno federal, aunque, bajo el capitalismo predominante en nuestro país, nosotros, los pobres, debemos estar seguros que el próximo año será de lucha.

En los montos de presupuesto asignados por el gobierno federal para cada secretaría puede observarse la preferencia que tienen ciertos proyectos para la actual administración; es en ellos donde se pretende invertir el dinero que los mexicanos pagan en forma de impuestos, y, por lo que se ve en tal proyecto, la salud y la educación de la población no son una prioridad para el agonizante gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Esa deducción la obtenemos al verificar, por ejemplo, que, la Secretaría de Energía, para el año 2024, recibirá un aumento de 273.2 por ciento con respecto a lo asignado en el Presupuesto de Egresos del año anterior y, por el contrario, lo que se propone que reciba la Secretaría de Salud es 55.8 por ciento menor si se compara con el monto recibido en 2023.

Habrá que cuestionarse seriamente sobre las razones que tiene el gobierno federal y el conjunto de individuos que, ocultos tras el poder, planifican y deciden cómo se va a repartir el dinero de los mexicanos, de forma tal, que se beneficien únicamente a ciertos sectores de la sociedad a costa de los recursos que pertenecen al pueblo.

Claro que para encubrir estas determinaciones tomadas de antemano y en otros espacios que no son precisamente públicos, el grupo que hoy ostenta el poder político, debe montar una farsa democrática en las cámaras de diputados y senadores, donde tienen mayoría, presentando la propuesta para darle legitimidad constitucional, sabedor que los miembros de su partido en ambos recintos, tienen la consigna de avalar, sin análisis ni discusión, todas las propuestas que envíe en ejecutivo federal.

En cuanto a las razones que el gobierno ofrece para justificar la distribución del presupuesto 2024, éstas, señala claramente su intención. El gasto que se prevé para el próximo año, está destinado, según dice, a privilegiar la inversión social y la conclusión de proyectos de inversión física. Esto significa que el recurso de los mexicanos se destinará a terminar las obras que comenzó a edificar la actual administración desde sus inicios y que, desde su perspectiva, detonarán el crecimiento económico cuando comiencen a funcionar.

Paradójicamente se señala en los Criterios Generales de Política Económica del Paquete Económico 2024, que también se priorizará el fortalecimiento de los rubros de salud, seguridad y educación, para favorecer el bienestar económico y social. Sin embargo, se puede distinguir claramente, de acuerdo con las cantidades asignadas a estos rubros en el presupuesto del siguiente año, que esta es otra de las tantas mentiras que se han vertido sobre la población; el presupuesto a la educación será, para el próximo año, de 425 mil 755 millones de pesos, lo que representa un incremento de sólo 1 por ciento con respecto al monto asignado en 2023.

Es necesario señalar que no todo ese dinero se utilizará para invertir en infraestructura educativa; es decir, en la construcción de los espacios educativos que necesitan los alumnos para el aprendizaje y el desarrollo de sus capacidades; una gran parte de ese recurso se utilizará en los programas que la 4T ha señalado como prioritarios, tales como: Becas de Educación Básica para el Bienestar Benito Juárez, que se incrementará de 34 mil 922.1 a 36 mil 607.3 millones de pesos, el programa de Jóvenes Escribiendo el Futuro, que pasará de 11 mil 162.4 a 11 mil 701 millones de pesos.

No es que sea incorrecto apoyar a los estudiantes a terminar sus estudios, sin embargo, en el fondo, no se resuelve su situación económica; además, al concluir su carrera, los pocos que pueden hacerlo, no encuentran alternativas para emplearse acordes con su licenciatura o ingeniería y, por tanto, para poder sobrevivir, deben aceptar otros empleos con menores salarios, o bien, autoemplearse engrosando así, las cifras del trabajo informal y la falta de seguridad social. No hay una seria planeación sobre el futuro de la juventud, bajo este gobierno, los jóvenes están considerados como capital político que será utilizado por la 4T y sus consortes para mantener el poder.

Esa es la verdadera razón por la cual vemos que, en el citado PEF, se han incrementado los porcentajes de recurso económico únicamente en algunos proyectos y Secretarías encargados de impulsarlas. No es extraño pues, que las pensiones para los adultos mayores, las becas para los jóvenes en edad de votar como Jóvenes Construyendo el Futuro; apoyos para productores también potenciales electores, por ejemplo,  Producción para el Bienestar y Sembrando Vida, tengan, ante la cercanía de un proceso electoral decisivo para la 4T, asignaciones mayores de dinero y, por el contrario, se haya dejado en segundo término la salud y educación de los mexicanos; eso es lo que menos les importa en estos momentos.

El actual gobierno federal, en manos de un proyecto burgués llamado 4T, está destinando los recursos de los mexicanos a la compra de conciencias y voluntades, aprovechando el aumento de la pobreza que esta misma camarilla ha creado, al mismo tiempo que trata de consolidar sus obras emblemáticas como el Tren Maya, que en nada ayudarán a resolver la situación de miseria en que vivimos millones de personas en el país.

Por lo tanto, se hace necesario hacer un llamado a todos los pobres de nuestra patria, que somos mayoría, a que no permitamos que se consolide la opresión económica que pesa sobre nuestro pueblo y que sólo beneficia a los ricos, a que no nos dejemos engañar con el disfraz que oculta las verdaderas intenciones del gobierno al incrementar los montos económicos a los programas sociales y a que los aprovechemos, en cambio, para poner fin a las aspiraciones de esta camarilla que sólo ha provocado miseria, violencia y muerte en nuestro país,