Para ser maestro, como para ser periodista, se requiere algo más que vocación: entrega total.
Instruyen y forman a los ciudadanos del presente y del futuro.
Generan conciencia de compromiso, lealtad y, a pesar de que su labor es impagable, deben estar llenos de paciencia, prudencia, equilibrio, fortaleza y respeto por los demás ya que tienen bajo su responsabilidad forjar el carácter de sus alumnos y lectores.
Maestros, El Pulso del Estado de México les felicita y reconoce en su día.