- El conocimiento es de propiedad pública, no privada.
- Debemos quitarle política a la educación.
- César Camacho, Emilio Chuayffet, Peña Nieto y Eruviel Ávila, dueños de escuelas privadas, abandonaron la educación pública.
Ecatepec, México.- Al manifestarse a favor de la revolución de las conciencias en todos sentidos, (científico, tecnológico, en la educación, la cultura y los valores), Óscar González Yáñez, candidato del Partido del Trabajo a la gubernatura del estado de México, dijo estar buscando a hombres y mujeres que pongan sus capacidades y conocimiento al servicio de la sociedad, pues el conocimiento es de propiedad pública, no privada.
Llamó a la quitarle política a la educación y de convertirla en instrumento político e interés “de alguien”. Lo que subyace en el fondo, es el abandono de la responsabilidad de los gobernantes de garantizar la educación pública para todos nuestros jóvenes. “En mi gobierno, la educación no será lo más importante, será el eje fundamental del desarrollo de nuestra sociedad”.
“Nosotros vamos a echar a andar un proyecto que se llama “Pierde un Libro”, que pretende dejar mil libros diariamente en las escuelas de todos los municipios, para que la gente los encuentre y se recupere con los libros, que deben jugar un papel fundamental en nuestras vidas. Porque la Internet solo te da conocimiento tipo “papilla”, ya masticado, sin ningún ejercicio intelectual, de razonamiento y de desarrollo del conocimiento”.
González Yáñez lamentó que la UAEM rechazara a 27 mil alumnos, equivalentes a los estados de Colima y Campeche, rechazados de un espacio público. ¿Qué vamos hacer con esos jóvenes? Jóvenes de 17 a 24 años que actualmente están en la cárcel, más del 40 por ciento solicitó entrar a una escuela y fue rechazado; es decir la sociedad les dijo, ¡no! y actualmente nos cuesta mil 50 pesos diariamente tener tras las rejas a un reo, y en esta lamentable situación a jóvenes que pudieran estar en la escuela.
Da vergüenza que nuestros gobernantes piensen en la educación como un negocio y no para darle impulso y desarrollo a una sociedad. Me da tristeza ver las escuelas de César Camacho, de Emilio Chuayffet; da pena saber que tienen escuelas Enrique Peña Nieto y Arturo Montiel, y que nuestro actual gobernador, Eruviel Ávila, tenga una universidad privada. Es ahí donde nuestros gobernantes abandonan su responsabilidad de impulsar la educación pública como eje fundamental de un programa de gobierno responsable que este del lado del pueblo, porque una mejor historia es posible.