Andrés Pérez Barrera
Los hombres y las mujeres que ofrendan su vida y sus bienes al servicio de los demás, sin pedir nada a cambio, son héroes o santos a los que la memoria colectiva de los pueblos conserva en su recuerdo por muchas generaciones, por muchos siglos o hasta miles de años.
Sin duda alguna, Jesús Tolentino Román Bojórquez es uno de esos hombres que quedarán grabados en la mente del pueblo por mucho, mucho tiempo. La huella que deja en Chimalhuacán la febril y creadora actividad de Tolentino no podrá ser borrada por mucho empeño que le pongan sus detractores o por mucho tiempo que pase. Desde hace 33 años Tolentino se ha dedicado a educar y organizar a los pobres de este municipio; hoy muchos miles de chimalhuacanos ya han aprendido de él que, convertir nuestro país en una sociedad justa, sólo puede ser obra del propio pueblo. Tolentino ha encabezado, en lo inmediato, una lucha transformadora del municipio en favor de los pobres. Chimalhuacán, todo mundo lo sabemos, aunque algunos lo quieren ocultar, bajo la dirección de Tolentino se convirtió de un inmundo muladar en un municipio modelo.
Hoy, amigos y enemigos, gozamos de un municipio con todos los servicios básicos, que antes no tenía, y no sólo eso; hay además toda clase de servicios de cultura, educación, salud, recreación y seguridad. Chimalhuacán es uno de los mejores municipios de México para vivir. La cantidad y calidad de las obras realizadas es gigantesca, son tantas que no sólo estamos seguros que el nuevo Ayuntamiento, ni siquiera de lejos, hará algo parecido; inclusive, dudamos que sea capaz de darle mantenimiento a todas las obras que ahorita están funcionando. Para muestra un botón, en los últimos días de su mandato, Tolentino inaugurará más de cuatrocientas obras y durante todo el año inauguró muchísimas más, eso si hablamos sólo de un año del último periodo que le tocó gobernar, pero la realización de toda la enorme obra pública a lo largo de 33 años, ha estado ligada al nombre de Jesús Tolentino.
Tolentino ha hecho verdaderas maravillas en Chimalhuacán, primero, porque es un hombre bueno, honrado y trabajador y, segundo, porque desde joven decidió no dedicar su vida a hacer fortuna personal sino a luchar, a educar y a organizar a los pobres de México para su liberación. Este empeño tenaz ha dado como resultado una organización antorchista muy numerosa y aguerrida que ha luchado de la mano con Tolentino para que los gobiernos federales y estatales otorguen los recursos que se han necesitado para lograr la asombrosa transformación de Chimalhuacán. Un líder ejemplar luchando con su pueblo, esa es la clave del éxito en Chimalhuacán. Los que quieran que sus municipios progresen bien harían en seguir el ejemplo. Y si queremos un México mejor, bien haríamos en fortalecer al Movimiento Antorchista Nacional.
Hoy el gobierno federal morenista ha cancelado prácticamente las posibilidades de obras públicas para los municipios, las esperanzas de progreso se reducen casi a cero; las tinieblas se ciernen sobre nuestra patria. Ante esta adversidad, más que nunca, es necesario seguir organizando y concientizando al pueblo, como ha hecho Tolentino y, a no dudarlo, en no mucho tiempo repetiremos los logros alcanzados en Chimalhuacán.
Jesús Tolentino es un verdadero gigante por su inmensa obra en favor de los pobres. El pueblo de Chimalhuacán, sin duda alguna, guardará eterna gratitud a quien transformó para bien de todos a este municipio. ¡Vida eterna tendrá en el corazón del pueblo, el mejor presidente municipal de México!