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Malestar Social

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Por: Laura Castillo García, Vocera del Movimiento Antorchista en el Estado de México.

Los constantes ataques del presidente López Obrador a todo aquel que se atreve a levantar la voz para cuestionar la manera en que conduce el país, han generado un creciente malestar social por las acciones represivas que ha infligido a muchos de sus detractores, entre los que recientemente destaca el congelamiento arbitrario de cuentas bancarias a revistas críticas con largo historial periodístico, a agricultores de Chihuahua que defienden el agua de la presa La Boquilla y a líderes del Movimiento Antorchista Nacional, con historial de lucha social de 46 años.

Como sabemos, el presidente de la república tiene la costumbre de descalificar a sus críticos con las palabras: “conservador”, “neoliberal” y “corrupto”. Dichos adjetivos los ha utilizado en contra de todo aquel que lo cuestiona -aunque toda su vida se haya comportado como el más trabajador y honesto- o simplemente cree que es momento de atacarlos para impulsar sus propias decisiones: en el mes de abril, cuando lanzó créditos directos a la vivienda, acusó a ingenieros y arquitectos por “cobrar mucho, llevarse todo el dinero y no dejarles nada a los beneficiarios”, por lo que, dijo, “mejor deberían contratar a maestros albañiles”. En el mes de mayo, cuando se dio cuenta que la pandemia del Covid-19 se le estaba saliendo de las manos -hecho que nunca ha reconocido-, acusó de “mercantilistas” a los médicos y en junio, ante la carta que le envió la Barra Mexicana de Abogados pidiendo que se “respete la división de poderes, el Estado de derecho y que no se “mediaticen” los amparos en contra del aeropuerto”, López Obrador respondió: “Dije que se estaban esmerando los corruptos y entre más me impidan hablar voy a ser más claro”. Y también ha lanzado sus ofensas a reporteros, periodistas, medios de comunicación, articulistas, conductores de radio e intelectuales, de quienes también dijo que: “no son muy conocidos” porque “son una élite”.

En su momento, todos se han defendido de las agresiones del mandatario -quien además las hace utilizando espacios mediáticos que pagamos todos los mexicanos con nuestros impuestos-, y, en alguna ocasión, han logrado que retroceda y pida disculpas, como sucedió con los médicos, pues se dio cuenta que los necesitaba por la pandemia; a pesar de ello, los médicos y todo el personal sanitario no olvidan esa afrenta pues saben que trabajan mucho sin equipo de protección adecuado y el Estado les retribuye poco.

Sin duda, el congelamiento de cuentas a las revistas Nexos y Letras Libres, se derivaron de los reiterados cuestionamientos que hicieron al presidente. El caso de los agricultores chihuahuenses tiene sus peculiaridades: se opusieron a entregar el agua de la presa La Boquilla a Estados Unidos y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la secretaría de Hacienda, que encabeza Santiago Nieto, también les congeló sus cuentas bancarias en un abierto acto inconstitucional, como lo señaló en 2018 la segunda sala de la Suprema Corte en su jurisprudencia número 2a./J. 46 /2018 (10a.).

Tan inconstitucional es el congelamiento de cuentas bancarias a Nexos, Letras libres y a agricultores chihuahuenses, como lo es el congelamiento de cuentas del Movimiento Antorchista Nacional que realizó la UIF por órdenes del gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, como respuesta a los varios cuestionamientos a los malos resultados de su administración.

Así como en otros sectores de la sociedad, entre los antorchistas también ha crecido el malestar, la inconformidad, por las arbitrarias acciones del gobierno federal, pero sobre todo por la represión política que el gobierno poblano ha ejercido en contra no solo de líderes antorchistas, sino también de estudiantes, artistas y colonos, a quienes pretende despojar de espacios culturales y deportivos que ellos gestionaron, lucharon y consiguieron después de mucho batallar.

Por eso, los antorchistas del país, quienes ya sumamos más de dos millones, nos levantamos para defender a nuestra organización y manifestamos nuestra inconformidad a través de mítines, denuncia en volantes, cadenas humanas, entrevistas en prensa radio, televisión y redes sociales, siempre dentro de los marcos de la ley, y lo seguiremos haciendo no solo por la incostitucionalidad de los atropellos en contra de millones de mexicanos con todos nuestros derechos constitucionales vigentes, sino porque conocemos a fondo el trabajo, limpieza, honestidad, bondad y entrega del Movimiento Antorchista Nacional para alcanzar un mejor México para todos sus habitantes.

Los antorchistas estamos orgullosos de nuestros éxitos en el terreno financiero y de los negocios que entre todos hemos levantado a puro pulmón a fin de tener independencia económica y política. La UIF y Miguel Barbosa no pueden aportar ninguna prueba en nuestra contra de Antorcha porque no existe toda vez que no hemos cometido ningún delito. La opinión pública debe saber que se trata de puras calumnias lanzadas por gente sin escrúpulos que quiere que solamente su voz se escuche en el país, tal como lo han hecho los dictadores que han existido a lo largo de la historia de la humanidad, pero que todos, sin excepción, han terminado en el basurero de la historia.