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No importa la nacionalidad cuando se trabaja por el bien de la humanidad

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Laura Castillo García

Vocera del Movimiento Antorchista en el Estado de México

La celebración que el Movimiento Antorchista Nacional (MAN) realizó con motivo de los 100 años de las relaciones diplomáticas entre México y Rusia, se transformó naturalmente en una fiesta en la que los antorchistas desbordaron alegría no solo por la presencia de representantes de la embajada rusa, país festejado, sino también por la asistencia al evento de diplomáticos chinos y el embajador de Nicaragua en México.

            Las relaciones diplomáticas que hace 100 años entablaron México y Rusia, iniciaron el 2 de agosto de 1924 con motivo del reconocimiento que hizo nuestro país de la recién fundada Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), a la que hasta entonces ningún Estado de América había reconocido a pesar de que la gran revolución socialista, encabezada por el político y teórico revolucionario Vladimir Ilich Lenin, sucedió en octubre de 1917.

            Ciertamente las relaciones diplomáticas entre dos naciones se realizan por consentimiento mutuo entre dos Estados, con el objeto de proteger sus intereses, realizar negociaciones y fomentar la cooperación entre ambos. Por eso, en estricto sentido, esa celebración le correspondía realizarla al gobierno de México y a la embajada rusa.

No obstante, la amistad que desde hace pocos años se ha entablado entre la embajada rusa y la dirigencia nacional antorchista, hicieron posible que esta organización social realizara un foro para que el antorchismo nacional conociera los ires y venires de estos 100 años de las relaciones diplomáticas entre Rusia y México, con sus ires y venires, y sobre todo la importancia que han tenido las aportaciones que Rusia le ha hecho a México, y el importante papel que jugo el reconocimiento mexicano a un Estado socialista que apenas tenía siete años de existencia y, por su carácter socialista, necesitaba de la amistad, protección e intercambio comercial con otros Estados del mundo, aunque estos fueran como México, ubicado a miles de kilómetros de Rusia, pero con el que se identificaron porque la época en la que entablaron amistad, ambos países habían pasado por guerras y turbulencias sociales: en 1917 Rusia inició un proceso revolucionario que dejó atrás a su antiguo régimen, el zarismo y, ese mismo año, en México culminó la Revolución Mexicana que dio paso a una nueva Constitución, la cual aún nos rige.

El número central de tan importante celebración corrió a cargo del dirigente nacional del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán, quien con una solvencia impactante narró los acontecimientos más sobresalientes que se han registrado a lo largo de 100 años de relaciones diplomáticas entre México y Rusia, pasando por la república socialista soviética, a la cual le hizo un gran homenaje al reconocer una vez más que la URSS y su presidente, José Stalin, libraron a la humanidad del fascismo al derrotar en 1945 a Adolfo Hitler, quien pretendía dominar el mundo e implantar un Nuevo Orden, totalitario, basado en la hegemonía de la Alemania nazi.

            Asimismo, reconoció las aportaciones culturales, artísticas, literarias, científicas y deportivas que tanto la URSS como la Federación rusa han aportado al mundo y a México en particular.

            Para los antorchistas fue muy grato recibir tanto a la representación diplomática de la República Popular China como al embajador de la República de Nicaragua, países que desde hace muchos años trabajan arduamente para sacar de la pobreza y marginación a sus connacionales y brindarles mejores condiciones de vida: China, como todos sabemos, ha logrado un asombroso crecimiento económico, lo cual no solo brinda bienestar social a sus más de mil 400 millones de habitantes, sino que se ha convertido en una potencia mundial y uno de los principales motores de la economía global.

            Nicaragua acaba de celebrar su 45 aniversario de la revolución sandinista, acontecimiento que festejaron en todo lo alto los nicaragüenses pues, como recién escribió el destacado economista Abel Pérez Zamorano: “Con sus innegables logros, la revolución sandinista es, pues, un modelo de desarrollo económico y social en Latinoamérica, lo cual explica el firme apoyo popular de que goza. Es ejemplar su orientación antiimperialista y su contribución en la búsqueda de un mundo multipolar al lado de otras naciones progresistas y anticoloniales, lo cual ha motivado la sistemática campaña de difamación contra su presidente, orquestada desde Washington. Pero contra todo ello, el pueblo sabe lo que tiene, y lo defiende, como lo ha hecho históricamente. La revolución sandinista merece toda la solidaridad de los hombres y mujeres progresistas del mundo.”

La celebración de los 100 años de relaciones diplomáticas México-Rusia fue un emotivo evento en el que más de mil 700 delegados del MAN refrendaron su lealtad con el antorchismo y su compromiso por seguir trabajando por un país y un mundo mejor. Por eso estuvieron muy contentos al recibir a los diplomáticos rusos, chinos y nicaragüenses porque todos, sin importar la nacionalidad, trabajan y luchan por un mundo mejor.

Al respecto, el dirigente nacional Antorchista, señaló: “Rusia y China van a la cabeza de la construcción de un mundo nuevo. Los antorchistas apoyamos lo que esos países proponen porque avanzan en la formación de un mundo mejor; falta mucho para llegar a la meta final que es una sociedad sin diferencias de clases ni desigualdades, pero avanzan en el camino y eso hay que apoyarlo”.

Sigue vigente el grito revolucionario que Carlos Marx y Federico Engels lanzaron en 1948: “¡Proletarios del mundo, uníos!”. Hoy más que nunca tenemos que unirnos para trabajar y luchar por un mundo mejor.