- El diputado panista afirmó que es primordial diseñar y poner en marcha programas específicos para las familias de migrantes, principalmente para las mujeres y jefas de familia que perdieron contacto con sus esposos que emigraron a otro país en busca de trabajo.
Toluca, México.- El diputado panista Alejandro Olvera Entzana, afirmó que las políticas migratorias no pueden estar al margen de los Derechos Humanos de las familias que se quedan en el país, por lo que es necesario un diagnóstico para determinar su problemática, combatir su exclusión y reducir la desigualdad.
Al participar en el “Encuentro de Familias Migrantes” efectuado en el municipio de Naucalpan, dijo que es primordial diseñar y poner en marcha programas específicos para las familias de migrantes, principalmente para las mujeres y jefas de familia que perdieron contacto con sus esposos que emigraron al país del norte.
El presidente de la Comisión de Apoyo y Atención del Migrante de la legislatura mexiquenses, destacó que de acuerdo a la Asamblea Popular de Familias Migrantes (APOFAM), si cada uno de los 34 millones de hispanos de origen mexicano que viven en Estados Unidos tiene al menos dos familiares directos en territorio mexicano, entonces los familiares de migrantes son por lo menos 68 millones, siendo el estado de México la entidad con más altos índices de migración.
“Aunque esto significa que más del 60 por ciento de la población total de mexicanos tiene familiares en el país vecino, se brinda poca importancia a la separación familiar y al resquebrajamiento del tejido social que enfrentan las comunidades con población migrante”.
Aunado a ello, Olvera Entzana agregó que las diferentes desigualdades y emergencia humanitaria que se viven en diferentes regiones del país, como en el estado de México, exigen acciones urgentes para que extorsiones, secuestros y asesinatos dejen de ser normales en la ruta migratorias, así como para evitar que las políticas sigan concentrándose en la construcción de muros, deportaciones y militarización de las fronteras.
Explicó que cuando el migrante que reside en Estados Unidos tiene intenciones de establecerse en aquel país, busca llevarse a su familia, o si es soltero termina formando la suya en el destino, “entonces la clave radica en preguntarse si se hace acompañar o no de la familia”.
“Las mujeres, al igual que los hombres, tienen distintos puestos dentro de las comunidades transfronterizas. Durante los años ochenta y principios de los noventa, era más común que permanecieran en sus comunidades de origen, mientras que los hombres emigraban a otros lugares del país y a los Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida”.
El diputado albiazul agregó que la ausencia masculina en los hogares, en los sistemas de gobierno de la comunidad y en la economía, afecta a aquellos que se quedan, sin embargo las mujeres que se quedan en sus comunidades de origen emigran a otros lugares de México y/o al país del norte, mientras que aquellas que nunca salieron de México se han visto profundamente afectadas por la migración.
Finalmente, señaló que las mujeres indocumentadas no acceden a los servicios que provee el gobierno estadounidense, a los que sus hijos tienen derecho como ciudadanos, por miedo a que le sea negada en un futuro la residencia en el país, aunado a que en el 2004 los votantes de Arizona aprobaron la propuesta 200, la cual requiere que empleados estatales y locales verifiquen el estatus migratorio de quienes solicitan beneficios públicos, así como reportar a los migrantes indocumentados que pueden ser procesados penalmente.