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Secundaria 1121 “Rafael Ramírez”, ejemplo de lucha, identidad y resistencia

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Cuautitlán Izcalli, México.- Enclavada en una de las zonas marginales del municipio de Cuautitlán Izcalli, colindante con el municipio de Nicolás Romero, Estado de México, se encuentra ofreciendo sus servicios educativos, la escuela secundaria “Rafael Ramírez”, que es parte de un conjunto de instituciones de diferentes niveles, impulsadas por el Movimiento Antorchista, que conforman una unidad pedagógica integral, es decir, que atiende la formación de la niñez y la juventud desde el nivel preescolar hasta el nivel medio básico, desde hace 8 años.

En esta ocasión, con motivo de las convivencias decembrinas, los estudiantes, padres de familia y docentes de la institución, realizaron un emotivo evento de despedida de año, que comenzó con los tradicionales villancicos navideños, pastorelas, canciones y culminó cuando los alumnos encendieron y elevaron los globos de Cantoya, tradición milenaria asiática para pedir deseos y que se ha vuelto muy popular en nuestro país.

Al respecto, el director de la institución, Lic. Jorge Alberto Zúñiga Barrientos, explicó que, dadas las condiciones sociales y económicas de la zona en que se encuentra la escuela, que se caracterizan por la marcada pobreza económica que afecta a los habitantes y la falta de servicios que se sufre en las colonias vecinas como Loma de Guadalupe, Los Ailes, Ejido Azotlán, Lomas de Cuautitlán, Ejido Guadalupe, Las Tinajas y Tepojaco, de donde proviene la matrícula escolar, aunada al limitado apoyo municipal y del gobierno del estado, afectan todas las actividades que se desarrollan, desde las académicas hasta las artísticas, de formación de la cultura física y sobre todo a las culturales y de convivencia.

Aun así –señaló- enfrentando a esas adversidades y luchando para superarlas, en nuestra institución, orgullosamente antorchista, trabajamos para formar a nuestros jóvenes en el espíritu de la solidaridad con nuestros hermanos de clase, en la colaboración con las luchas del pueblo por su exigencia en mejores condiciones de vida y por una sociedad más humana y más justa.

En esta ocasión –expresó- con canciones, villancicos y pastorelas es como convivimos en estas fechas tan difíciles, pues no todos los jóvenes tienen las condiciones para convivir y disfrutar de una navidad en familia y con los alimentos que generalmente se acostumbran.

Finalmente, el responsable de la institución expresó: “en esta oportunidad elevamos los globos de Cantoya para iluminar un pedazo de cielo, como una muestra de esperanza para crear un país diferente, con la ayuda de los jóvenes dispuestos a educarse, prepararse y luchar para cambiar este país”.