Comentario a Tiempo
Por Teodoro Rentería Arróyave
Apenas en el 11 de febrero de 2016 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, CNDH, que preside el respetado abogado, Raúl González Pérez, emitió su Recomendación General número 24 Sobre el ejercicio de la libertad de expresión en México, por medio de la cual denuncia que dicho derecho enfrenta uno de los momentos más críticos y complejos de los últimos años
En el mismo documento, destaca los graves y diversos obstáculos a los que se enfrenta la sociedad en su conjunto, como son los asesinatos de periodistas y actos de violencia contra quienes difunden información, ideas y opiniones.
Al igual que el Gremio Organizado: Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX; Club Primera Plana, CPP; Federación Latinoamericana de Periodistas FELAP-México, y el brazo académico, Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE, denuncia la impunidad prevaleciente en estos casos.
Al respecto el presidente de la FELAP, el colega argentino, Juan Carlos Camaño, desde Buenos Aires ha lanzado el siguiente mensaje solidario: “Ni el luto ni la impunidad parecen tener fin en México y en particular en el gremio periodístico.
Recibe tú y el querido compañero Teodoro Raúl Rentería Villa, presidente de la FAPERMEX, un abrazo fraterno de parte de las compañeras y compañeros de la FELAP y la mayor solidaridad ante el asesinato del que fue víctima el colega Moisés Dagdug Lutzow, de Villahermosa Tabasco.
Como siempre nos sumamos a la FAPERMEX en la denuncia y en las condolencias a familiares y amigos del periodista Dagdug Lutzow, quien por ejercer con dignidad la profesión se inscribe en esa tremenda lista de asesinados que coloca a vuestro país entre los primeros, sino el primero, donde impera el terror contra las libertades de prensa y expresión”.
Con el sacrificado amigo Moisés Dagdug suman tres los periodistas asesinados en lo que va del año y los crímenes mortales contra las libertades de prensa expresión suman 245 del 1983 a la fecha.
La CNDH declara que “la consolidación de un Estado democrático no puede prescindir de la libertad de expresión, puesto que es uno de los derechos que le sirven como sustento y dan vida a las instituciones democráticas, ya que en este derecho se garantiza la participación del pueblo en la elección de sus gobernantes y del destino de las naciones”.
Lo hemos dicho y lo volvemos a repetir: sin libertad de prensa y expresión, ni hay estado de derecho, ni hay democracia, ni hay país, ni hay nada.
Periodista y escritor; Presidente del CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la FELAP; Presidente fundador y vitalicio honorario de la FAPERMEX, y miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana.