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Treinta años formando maestros normalistas

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Cecilia Hernández Anaya

En 1994 inició la primera Escuela de nivel superior en el municipio de Chimalhuacán, la Escuela Normal Ignacio Manuel Altamirano (Enima).

En ese entonces era un sueño pensar en un lugar donde los jóvenes del municipio pudieran educarse. Entonces, en Chimalhuacán faltaban casi todos los servicios públicos, la población no tenía agua potable, los drenes de aguas negras eran a cielo abierto en casi todas las calles, no había electrificación, los jóvenes que querían estudiar tenían que salir del municipio para cursar estudios universitarios.

La Escuela Normal Ignacio Manuel Altamirano empezó en aulas provisionales, con maestros que tenían verdadero espíritu educador. Aunque los jóvenes estudiantes desconfiaban de la validez de los estudios, se mantuvieron firmes y finalmente, a costa de muchos esfuerzos, gestiones, marchas y cientos de faenas lograron la construcción del edificio que hoy ocupa la preparatoria Ignacio Manuel Altamirano, en el Barrio San Miguel.

El crecimiento de la población trajo consigo la necesidad de crear escuelas de todos los niveles educativos. Miles de jóvenes han pasado por las aulas de la Enima; muchos de ellos ahora trabajan en diferentes escuelas que se localizan en el territorio de Chimalhuacán.

A la fecha han egresado miles de maestros que terminaron sus estudios con alguna especialidad: inglés, español, matemáticas y educación física.

Los estudiantes, maestros y padres de familia también lograron un predio y la construcción de las instalaciones definitivas de la Escuela Normal que actualmente se localiza en la avenida Arca de Noé y calle Tizoc, donde los estudiantes gozan de instalaciones dignas y seguras.

Este es un proyecto que soñó el inspirador del progreso en Chimalhuacán, el líder histórico de Antorcha en el Estado de México, Jesús Tolentino Román Bojórquez, quien fue el principal promotor de la Escuela Normal Ignacio Manuel Altamirano, junto con él maestro Pablo Domingo Soriano, primer director, pero, lo más importante fue la confianza y trabajo de miles de jóvenes, padres de familia y maestros que creyeron en este importante proyecto.

A 30 años de fundada de la Enima, Chimalhuacán ha cambiado: los maestros egresados de esa institución han propiciado el desarrollo de las comunidades, se involucran en mejorar las escuelas en las que trabajan, promueven el arte, la cultura y el deporte entre los estudiantes de todos los niveles educativos.

Ahora, los educadores egresados de la ENIMA son favorecidos por las instituciones educativas por su buena formación académica, por sus conocimientos en arte, deporte y las diferentes especialidades en las que se han formado. Los maestro egresados de Chimalhuacán son un ejemplo del progreso que se ha logrado en el municipio.

Recientemente la Enima festejó 30 años de su fundación, fue la primera escuela de nivel superior en Chimalhuacán y se logró gracias a la visión del Movimiento Antorchista y la firmeza de miles de ciudadanos que por años han defendido el progreso del municipio.

Prueba de este progreso es el caso del director de la escuela primaria Emiliano Zapata, Josué de Benito, quien fue alumno de la EIMAM; su desarrollo como docente y después como directivo ha sido un éxito: el maestro dirige una de las primarias más grandes, y ha seguido con su preparación académica, ahora cuenta con un Doctorado. Así como el maestro Josué, miles de maestros que pasaron por las aulas de la ENIMA continúan con su preparación académica para mejorar la educación de miles de niños y jóvenes de Chimalhuacán y de varios municipios más.

Ha sido un trabajo intenso para lograr instalaciones propias y luego sortear dificultades administrativas, de presupuesto; pero, a la vuelta de tres décadas se demuestra que la creación de esta escuela Normal fue un acierto y seguirá siendo un triunfo formar cada ciclo escolar a nuevos maestros normalistas.

Los habitantes de Chimalhuacán deben recordar la historia del municipio, los sacrificios que realizaron los pobladores que iniciaron el proyecto y que hoy gozan miles de jóvenes que estudian en la Enima y que tienen la oportunidad de hacer una carrera universitaria.

Reconocer a Jesús Tolentino Román Bojórquez y a los miles de vecinos que en su momento se sumaron a la creación del progreso de Chimalhuacán. Hay que reconocer que sólo la población unida y organizada puede ser la vanguardia de las colonias humildes del municipio y del país.

Es momento de recordar la historia, el desarrollo del municipio, reconocer que la Escuela Normal Ignacio Manuel Altamirano es ejemplo de ese trabajo. También es momento de regresar al trabajo organizado para dar continuidad al progreso de Chimalhuacán.