Villa Guerrero, México.- El Movimiento Antorchista de Región Tierra Caliente-sur a través del líder social de Villa Guerrero, Aurelio Antonio Mérida Marcelino hizo entrega de un pliego petitorio a la administración de Delia Nava Nava, en el que solicitaron el apoyo humanitario de la alcaldesa el cual consiste de 400 despensas alimentarias semanales para la población más vulnerable del municipio, ya que debido a la contingencia sanitaria por el Covid-19 se quedaron sin trabajo y sin el sustento familiar por realizar la cuarentena en sus hogares emitida por las autoridades de salud y así evitar contagios por dicha pandemia.
Aurelio Antonio Mérida Marcelino, líder antorchista en el municipio de Villa Guerrero señaló, que el documento en donde plasmaron las necesidades alimenticias a favor de los más vulnerables del municipio fue entregado al secretario del Ayuntamiento, el cual dijo entregará a la alcaldesa Delia Nava y la administración para su revisión y en próximos días dar respuesta a la solicitud del antorchismo villaguerrerense.
“Estaremos al pendiente de la respuesta de la alcaldesa, de no recibir una solución favorable a la solicitud humanitaria para que tengan que comer las familias más vulnerables de Villa Guerrero, seguiremos insistiendo a la administración ya que de estas despensas dependen muchas familias pobres que están padeciendo hambre durante el confinamiento de salud”.
“Los gobiernos tanto federal, estatal y municipal tienen la capacidad para aminorar temporalmente el hambre de aquellas personas que se quedaron sin empleo, un sueldo fijo y que no tiene que comer durante esta crisis que afecta al que menos tiene, por ello Antorcha y el pueblo organizado seguiremos luchando para evitar hambruna y muertes a causa del nulo apoyo por parte de las autoridades quienes se han hecho de oídos sordos al no querer implementar un programa nacional alimenticio durante la pandemia” explicó el líder antorchista.
Cabe mencionar que en este municipio perteneciente a la región Tierra Caliente del Estado de México, la mayor parte de sus pobladores se dedican a la floricultura o al campo, y ahora derivado al confinamiento por el Covid-19 no han podido comercializar sus flores y productos agrícolas, lo que ha ocasionado que destruyan la producción de flores y además no poder trabajar y llevar el sustento a sus familias por quedarse en sus hogares durante la cuarentena.