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Coronavirus ha matado a más que la Bomba Atómica

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  • Extraño el Contagio a los Países Más Importantes
  • Tan Peligroso el Virus Parece Portar Metralleta
  • Terminado el Mal, a Sufrir los Daños Económicos

Cuando oficialmente el galeno de Palacio Nacional nos diga: “lo peor ya pasó”, estaremos respirando un poco mejor.

En tanto, seguiremos sufriendo brutales efectos del raro virus que inventó la “naturaleza”. Aparecerán –ya están– otras enfermedades sociales que pronto ascenderán a pandemias.

Se padece una parálisis en cascada. Es duro golpe a la industria, el comercio, la banca el turismo, escuelas, gobierno y sólo funciona lo esencial y el personal de hospitales, que sólo recibe estímulos verbales y bendiciones.

La población aprende la lección. Es obligado confinarse, usar cubreboca, esterilizar todo, casi todo y no aglomerarse. Aun así nada garantiza evitar el contagio.

¿Cuándo se levanta la cuarentena? No hay fecha exacta. En eso es errático el gobierno. Difiere fechas por temor a no atinarle cuando se aleje el mal. La autoridad está en dilema.

Si se levanta la cuarentena hay riesgo de que aumente la mortandad. Más de “todos en casa” es avanzar en la crisis económica para soportar escasez y carestía de alimentos. Simultáneamente, la hambruna.

El Gobierno no tiene soporte sólido para tomar decisiones. La gran epidemia es un problema nuevo, inédito, en el que han fallado los científicos, donde sólo se requiere una vacuna y un medicamento pero aún están en fase de pruebas. Por si fuera poco se arrastran marcados rezagos en materia hospitalaria.

Suponiendo que en poco tiempo se encuentre la vacuna para prevenir el mal y la medicina para curarlo, aparecerán situaciones complicadas, como los efectos que se dan en una post-guerra. Eso muchos lo vivimos durante los últimos capítulos de la segunda mundial.

La mejor comida era destinada para los soldados en batalla. Aun en ciudades que no eran atacadas, la gente comía lo que el “Altísimo” socorría, si es que socorría.

¿Azúcar refinada para el café? Mascabado, era más barato. A la escuela primaria se iba con un lápiz y un cuaderno de papel revolución, el bond era un lujo. ¿Dinero para gastar en dulces? Alcanzaba únicamente para los de piloncillo, uno o dos centavos era lo máximo que un niño o adolescente cargaba en su bolsa.
En esa época la “naturaleza” aún no inventaba diabólicos laboratorios terroristas fabricantes de virus expansivos para provocar miles de muertes, pero se sentía miedo.

El pánico era nocturno. El gobierno programaba apagones para que aviones enemigos no identificaran centros urbanos iluminados y los bombardearan.

Lo peor fue el estallido de la bomba atómica, ocurrido al otro lado del mundo el 6 de agosto de l945. Cobró unas 160 mil vidas. Coronavirus ya le ganó, lleva un cuarto de millón de seres sepultados.

Tres días después acabó el conflicto mundial. Aplicaron una segunda “dosis atómica” -otra bomba- y finalizó el conflicto armado mundial.
Dañado el mundo, los países tardaron 25 o 30 años para recuperarse. Unos más otros menos.

Se ha preguntado a La Parroquia cómo ve el problema del contagio en sí.

Hay muchas imprecisiones y cosas raras. Surge el virus en una población de China.

Primero consideran el mal como una gripe sin complicaciones, después dicen que es una pulmonía o bronquitis. Luego la suben a nivel de atípica con poder expansivo y multiplicador. Medicamentos existentes no funcionaron. Murió mucha gente.

Sigue la mortandad. se añade oficialmente que el virus ataca a obesos, diabéticos, personas con problemas de presión alta, fallas del corazón, coágulos en la sangre, embarazadas, etc.

Con eso dejaron la impresión que al coronavirus le prestaron una ametralladora para acabar con todos los humanos. Aunque los niños tienen más posibilidades de sobrevivir.

Algo muy delicado fue cuando genios del mal se metieron con los abuelos. Afirmaron que Coronavirus atacaba principalmente a personas de la tercera edad. No es fácil decir que “el virus mate a los viejos porque ya vivieron mucho y no producen”.

Revisando datos del tema, la sobrepoblación mundial es otro problema que angustia a los dirigentes políticos.

La población actual del planeta es de 7 mil 750 millones de habitantes. Cada segundo nacen 4 niños y en el mismo lapso mueren, en promedio, dos personas. Para el año 2024 se calcula que la población llegará a los ocho mil millones.

Desde hace tiempo se busca abatir el crecimiento de la población. Funcionan poco los controles de natalidad. Holanda, por razones de bioética, detiene el lanzamiento de su pastilla para las personas de más de 70 años que ya no quieren vivir.

Hay otras interrogantes de maldad política donde queda inserto el virus de moda. ¿Quién es el autor del contagio? Potencias mundiales se culpan mutuamente pero el asunto por aclarar para hacer revelaciones aún está en manos del espionaje.

Mientras tanto, es poco explicable porqué el virus maligno escogió a EU y a Brasil en América, y a los países más influyentes de Europa para contagiarlos.

Italia, Alemania, Inglaterra, Francia, Bélgica y España han quedado destrozados en su economía.

Estados Unidos ha perdido 75 mil personas y le urge reanimar actividades.

En Asia, China, con una población de 1,350 millones de habitantes llegó a más de cinco mil muertos.

La India, el país con una población similar a la de China, y con amplia frontera del mismo país, suma 1,700 muertos.

¿Y México qué hará? Se subirá a los renglones pautados de Estados Unidos porque tienen economías muy combinadas.

Es palabra de La Parroquia, amén… (Imagen principal: Collage con fotos de la Internet)