Toluca, México.- La Ética es un poderoso instrumento de control de las arbitrariedades y de prácticas corruptas; su institucionalización, la cual debe darse mediante una política de Estado, además de ser rentable puede ser posible si existe voluntad manifiesta para adoptarla.
Expuso Oscar Diego Bautista, miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y del Centro de Investigación en Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), al dictar la conferencia “Necesidad de la Ética en el Servidor Público”, en el auditorio “Abel Villicaña Estrada” de la Escuela del Poder Judicial del Estado de México.
Al evento, organizado por el Instituto de Promoción y Difusión de la Ética Judicial, acudieron el Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura, Magistrado Baruch F. Delgado Carbajal, Consejeros, Magistrados, jueces y servidores públicos de dicha institución.
El especialista sostuvo que el problema de la corrupción es ancestral y ocurre en todo el mundo, pero particularmente en México la venimos arrastrando desde hace siglos y ante este flagelo es necesario arraigar la ética en los servidores públicos, dado que la corrupción debilita los valores y en consecuencia también daña las estructuras sociales y a las instituciones.
Cuando los valores se debilitan, los antivalores crecen y ello da pauta a que la corrupción se expanda, advirtió.
El investigador de la máxima Casa de Estudios de nuestra entidad explicó que la corrupción es un monstruo de muchas cabezas al que hay que hacer frente fortaleciendo la ética y sus valores, dado que vive inmersa lo mismo en las instituciones públicas, en los diferentes poderes políticos, niveles de gobierno, en el sector privado y en la sociedad en general.
Debemos tomar acción frente a la corrupción, interiorizando valores éticos en los servidores públicos, dado que a través de éstos se operan cambios trascendentes en la conducta, lo que necesariamente deberá reflejarse en el servicio que prestan las propias instituciones.
Dijo por último que la conducta correcta de los servidores públicos es condición necesaria para aspirar a tener un gobierno eficaz, transparente, responsable, es decir, un buen gobierno.
Asimismo, el Presidente Baruch F. Delgado Carbajal señaló en su mensaje que la corrupción es una calamidad que afecta a todo el mundo y que poco a poco carcome al Estado, a sus instituciones y a la sociedad entera.
Es una conducta que nos ofende en lo más profundo, nos hace insensibles y nos convierte en promotores de antivalores; se trata de un cáncer que se ha expandido de manera pasmosa aprovechando el proceso globalizador.
Conciente de dicha problemática, el Poder Judicial del Estado de México, desde la preparación de su Plan Estratégico de Desarrollo Institucional 2010-2015 se planteó la necesidad de implementar nuevos proyectos de mejora institucional, tanto procesales como administrativos y tecnológicos.
A fin de fortalecer el acceso a la justicia para que ésta sea pronta, completa e imparcial, dijo.
Agregando que de esta forma se da respuesta a las demandas que en materia de administración de justicia plantea la sociedad mexiquense.
El Poder Judicial del Estado de México ha establecido como directriz los principios axiológicos que son referentes y guía del actuar de todo servidor judicial y en el caso de jueces y magistrados los principios particulares que orientan su función son la independencia, la imparcialidad, la objetividad, el profesionalismo y la excelencia, concluyó.
Participó como moderador el Magistrado en retiro Alfonso Velázquez Estrada, Director del Instituto de Promoción y Difusión de la Ética Judicial del Poder Judicial del Estado de México.