- También ofrece seguridad y mejora la imagen urbana de la vialidad Toluca-Metepec-Tenango.
Metepec, México.- Síntesis del Metepec tradicional y el actual, el Jardín Lineal no sólo representa un nuevo atractivo turístico de este municipio, sino que también contribuye al sano esparcimiento de las familias, mejora el medio ambiente y la imagen urbana, y ofrece más seguridad a las personas que transitan por la zona.
A lo largo de 3.5 kilómetros de la vialidad Toluca-Metepec-Tenango, entre el parque Árbol de la Vida y el puente de la carretera Metepec-Zacango, que es la entrada al Pueblo Mágico, el jardín cuenta con ocho esculturas, cinco fuentes, dos zonas para exposiciones temporales, 14 plazas, dos adecuaciones en puentes peatonales y seis andadores.
Destaca la Puerta Metepec, obra de acero del escultor mexicano Sebastián, que con sus 22 metros de altura y 17 de ancho, y un peso de más de 170 toneladas, recibe a los visitantes de Metepec. En ella también se incorporan 32 obras hechas de barro elaboradas por 16 maestros artesanos del municipio.
Así, es posible admirar Jarros Pulqueros, Cabeza de Toro y Cabeza de Caballo, de Adrián Carlos Montoya Vázquez; las Cazuelas, de Asael Castillo Serrano; Olla y Cántaro, de Bernardo Camacho Quiroz; Sol y Luna, de Cristóbal Martínez Escárcega; Dios Padre y Arcángel, de Javier Carrillo Soteno; la Tlanchana y Pegaso, de Javier Ramírez Hernández, y el Arca de Noé e Iglesia, de Miguel Ángel González Mesillas, entre otras piezas colosales que miden en promedio dos metros de altura.
A lo largo del Jardín Lineal se ubican otras esculturas de gran formato. Se trata del Árbol de la Vida y de la Primavera de dos vistas, de José Alfonso Soteno Fernández; el Árbol de la Primavera de tres vistas, de Juan Carlos Nonato Díaz; y el Árbol de Ángeles de dos vistas, de Odilón Ortega González.
También está el Árbol de San Isidro y la Virgen de Guadalupe de dos vistas, de Tiburcio Soteno Fernández; Tlanchana, de Saúl Camacho Rodríguez; Retablo de San Isidro Labrador de dos vistas, de Rodolfo Sánchez Fierro, y San Isidro Labrador y Yunta de Bueyes, elaborados en fibra de vidrio por el maestro Carlos Díaz Hernández.
Junto con la obra artística y cultural que integra este espacio recreativo, se llevó a cabo el saneamiento integral del arbolado que había en el lugar, y se incorporaron 800 nuevos árboles de especies adecuadas para este sitio, junto con 400 mil plantas de ornato y arbustos de especies de bajo mantenimiento, que en su conjunto ofrecerán tonalidades y perspectivas distintas del Jardín en cada cambio de estación.
Asimismo, se rehabilitó el alumbrado público de la vialidad, con la colocación de 72 lámparas nuevas, para hacer un total de 226 con las ya existentes; también se instalaron 135 bolardos con luz y la iluminación arquitectónica de plazas, esculturas y fuentes, lo que contribuye a incrementar la seguridad de la zona.
Como parte de los trabajos relacionados con el Jardín Lineal, también se rehabilitó el puente de Metepec, en el que se incorporaron elementos tradicionales, como una estatua de San Isidro Labrador y el recubrimiento interior con piezas de barro, donadas por vecinas y vecinos del municipio.
En este caso, se logró además el reordenamiento del transporte público y se mejoró sustancialmente la iluminación.