Comentario a Tiempo
Por Teodoro Rentería Arróyave
En estos tiempos aciagos para las libertades de prensa y expresión cuya vulnerabilidad que se intenta es para socavar el derecho a la información de la sociedad mexicana, fenómeno que se presenta en casi todo el mundo, cuando menos hay dos signos alentadores para enfrentar a los enemigos contumaces del periodismo libre e independiente.
Muy aparte de que el Poder margina a las organizaciones de comunicadores en sus decisiones para enfrentar el flagelo y recurre siempre a las del extranjero, una disposición y dos declaraciones a favor de los derechos humanos en general y en concreto de los periodistas se suman hoy y, esperamos, que no queden en simples buenos propósitos.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación decidió sumarse al esfuerzo para impartir a jueces el Curso “Marco Jurídico Internacional de la Libertad de Prensa y Protección a Periodistas” que prevé, según la información oficial, la participación de cuando menos 900 juzgadores.
Dicho curso es propiciado por la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia, AMIC, misma que invitó a la Oficina en México de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO; a la Cátedra respectiva de la Universidad Iberoamericana, y el Knight Center para el Periodismo en América de la Universidad de Texas en Austin.
Cuando estamos en los prolegómenos decisivos para elegir al nuevo presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, CNDH, y el consenso generalizado es desechar, por omiso y negligente, la reelección de su actual titular, Raúl Plascencia Villanueva, los lideres de las bancadas de los partidos de la Revolución Democrática, PRD, y Revolucionario Institucional, PRI, se comprometieron públicamente a elegir a un Ombudsman nacional independiente.
Emilio Gamboa Patrón, del tricolor, afirmó que “los priísta en el Senado estamos convencidos de que sólo colocando a los derechos humanos en el centro del desarrollo nacional es como podemos acceder al México que necesitamos para vivir en paz y tranquilidad”.
Por su parte el líder de los perredistas, Miguel Barbosa Huerta, afirmó tajante “que en la actualidad, México requiere una Comisión Nacional de Derechos Humanos que responda a las necesidades de una población lastimada por la violencia y la inseguridad”.
Baste decir, para desnudar el desempeño de Plascencia Villanueva, su negativa reiterada de revisar y confrontar el registro puntual y preciso de los asesinatos y desapariciones forzadas del gremio organizado: Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX; Club Primera Plana, y Federación Latinoamericana de Periodistas; FELAP, con el sesgado de la propia CNDH.
Del 2000 a la fecha se han registrado 138 homicidios: 115 periodistas; 10 trabajadores de la prensa; 9 familiares y 3 amigos de informadores y 1 civil, y son 21 las desapariciones forzadas pendientes de aclaración.
El periodístico es uno de los grupos mas vulnerables en cuanto a los derechos humanos, a tal grado, que México ocupa el vergonzoso estatus de ser el país más peligroso para ejercer el periodismo.
Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la FELAP; Presidente fundador y vitalicio honorario de la FAPERMEX, y miembro del Consejo Consultivo del Club Primera Plana.
