- La competencia en el mundo globalizado demanda de los empleados niveles saludables de estabilidad mental que eviten incurrir en conductas violentas ante escenarios complejos o estresantes.
Toluca, México.- A la par de una formación educativa de calidad, el mercado laboral demanda habilidades socio-emocionales, como el trabajo en equipo, aceptar de otras personas ideas contrarias a las nuestras y una sólida capacidad de autorregular las propias emociones, detallaron académicos del plantel “Dr. Ángel María Garibay K.” de la escuela preparatoria de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Mediante el proyecto de investigación titulado “¿Qué necesitan los niños y jóvenes para aprender?”, los catedráticos Rogelio Trujillo López y Magaly Trujillo Domínguez explicaron que la competencia en el mundo globalizado demanda de los empleados niveles saludables de estabilidad mental que eviten incurrir en conductas violentas ante escenarios complejos o estresantes.
Estudios de carácter internacional, dijeron, apuntan que desarrollar habilidades socio-emocionales influye de forma positiva en los jóvenes durante sus estudios y repercute en su vida profesional, ya que ayuda al trabajador a tener un buen rendimiento laboral.
Por ello, los profesores de la Máxima Casa de Estudios mexiquense destacaron la necesidad de contar con programas académicos de alto contenido ético y humanista.
Asimismo, sostuvieron, la adquisición de habilidades socio-emocionales depende en gran medida del binomio educacional enseñanza-aprendizaje, donde el profesor logre transmitir enseñanzas significativas que den respuesta a las exigencias que presenta el contexto actual.
Al instruir a estudiantes desde el nivel básico hasta el nivel superior en habilidades socio-emocionales, así como en principios éticos, es posible asegurar una sana convivencia, al tiempo que se incrementan las posibilidades de obtener una mejor calidad de vida, concluyeron Rogelio Trujillo López y Magaly Trujillo Domínguez. (Imagen tomada de la Internet)
