Toluca, México.- Las mujeres mazahuas de la zona norte del estado se solidarizan con el amigo y le hacen frente al enemigo, así lo demuestran al realizar una cadena humana frente a las instituciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, en la ciudad de Toluca, en conmemoración de los tres años del secuestro y asesinato político de Manuel Serrano Vallejo, padre de Maricela Serrano Hernández, diputada federal e integrante del Movimiento Antorchista.
Amas de casa, campesinas, comerciantes, madres, hijas, esposas; las mujeres son un referente en lucha de México. La situación del país ha impulsado a este sector a involucrarse en las actividades, políticas, culturales y económicas. Las mujeres no se limitan a observar lo que acontece a su alrededor, se interesan por transformar su condiciones de vida, han aprendido que la única manera de cambiar a México es ‘entrándole’, señaló el dirigente social en el Valle de Toluca, Bernardino Domínguez Cruz.
La zona norte del Estado de México, referente político y cuna de la cultura mazahua, ha encontrado en las mujeres el respaldo a la lucha social que se ha iniciado. Es aquí donde desde su llegada el Movimiento Antorchista ha concientizado a las mujeres a participar de manera activa; obteniendo un significativo apoyo, refirió.
El papel de las mujeres mazahuas no solo se centra en el hogar, además deben de ayudar en las labores del campo. Su día inicia cuando aún el sol no asoma por el horizonte y concluye muy entrada la madrugada; para una dama campesina no hay sueldos ni horarios, conocen de todo y ‘le entran a todo’, con el paso del tiempo han aprendido a luchar por lo que les corresponde y dejando sus hogares emprenden el viaje de la transformación.
En las actividades convocadas por Antorcha se pueden observar cientos, miles de mujeres, que cargando al ‘chilpayate’ en sus espaldas caminan, corren, van, vienen, suben, bajan, gritan, piden, exigen, combaten, buscan un mundo más digno para sus hijos.
De sus frentes morenas y tostadas por el sol caen grandes gotas de sudor que limpian con sus manos surcada de arrugas y ampollas que representan el trabajo diario del campo, sus pies apenas cubiertos por el calzado dejan entre ver las marcas del andar, sus ropas coloridas compuestas de enaguas, blusa de holanes, faja, sombrero y rebozo las distingue del resto de la población. Las mujeres mazahuas en la lucha antorchista son cada vez más y están dispuestas a no dejarse vencer por los enemigos del poder que intentan reprimirlas, puntualizó el representante popular.
