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Obesidad: un mar repleto de marginacion y olvido

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Por: Donovan Casas Patiño y Alejandra Rodríguez Torres.

¿La obesidad en México, es resultado de una problematica social, o, es consecuencia de un Sistema de Salud Ineficiente?

Actualmente en nuestro país se debate esta pregunta, entre ambientes completamente científicos, conferencias, seminarios, discusiones y disputas entre diferentes expertos nacionales como internacionales, ahí se vierten por doquier deducciones que tratan de ofrecer análisis y respuestas a esta pandemia de carácter mortal.

Asi, se realizan aproximaciones desde diferentes frentes, uno es el ámbito biomédico en donde se abordan temas como: panorama epidemiológico actual, nutrición y composición corporal, comorbilidades, genética y obesidad, síndrome metabólico, nanotecnología y obesidad, cirugía bariatrica, farmacología y obesidad, nutrición y actividad física, obesidad infantil, aquí se trata de explicar las relaciones de la obesidad con los neutrinos y nano-moléculas, y, a pesar de todos estos grandes debates y avances científicos, la cascada en obesidad es perpetua y continua dentro del colectivo mexicano, es asi que esta pandemia no solo tiene una explicación biomédica, puesto que a pesar de cualquier intervención hacia el paciente obeso esta no tendrá una repercusión positiva, puesto que se ha olvidado el concepto centrado hacia la obesidad que es el mirar transdisciplinariamente para abatir su origen y no sus consecuencias.

Es asi, que podemos afirmar que la obesidad, es el resultado de un origen complejo y multicausal, donde la transición social de la vida, es resultado de procesos tales como:

*urbanización y flexibilización laboral (reorganización de la densidad poblacional en fraccionamientos de interés social condicionando alta concentración poblacional, modificándose la dinámica social del colectivo, aquí los individuos solo pernoctan, y se incorporan al trabajo de 6 días a la semana, con horarios de más 60 horas a la semana, donde se rompen lazos familiares y se producen malos hábitos alimenticios por la prontitud: de llegar temprano al trabajo, el desplazamiento y movilidad al trabajo de más 6 horas en promedio día, con desempeño laboral continuo y sin descansos, con sueldos bajos, permea conductas de estilos de vida saludable),

*modificación de la dinámica familiar (la mujer desempeña cada día más actividades fuera del hogar, agregándose al mercado laboral, quedando a cargo de los menores los abuelos quienes ya cansados y enfermos ofrecen alimentos procesados altamente calóricos; además en los hogares donde habitan madres de familia con sobrepeso, el 12.8% de alguno de sus hijos menor de cinco años tiene también sobrepeso, en contraste, en los hogares donde habitan madres de familia con obesidad, esta cifra se eleva a 18%),

*cambios tecnológicos en la producción y procesamiento de los alimentos (políticas e innovaciones tecnológicas en alimentos que condicionan mayor prioridad a la distribución y producción de alimentos baratos y altamente calóricos),

*medios de comunicación (los cuales elaboran técnicas para influir de manera directa en la preferencia de ciertos alimentos, los cuales aumentan su consumo y adquisición),

*globalización e hipermodernidad (el individuo se encuentra solo y en cuatro paredes donde su única intervención y relación al medio es por medio de aplicaciones tecnológicas y televisivas, aunado a esto un alto estado de trastornos emocionales –depresión, estrés, ansiedad, angustia-, los cuales condicionan a un individuo libre y sin ataduras para poder consumir alimentos que permitan paliar su dolor emocional y también pertenecer a la sociedad tecnológica),

*pobreza (suele condicionar menores oportunidades de actividad física recreativa y habitualmente se asocia al consumo de mayores cantidades de alimentos de absorción rápida de energía),

*inseguridad alimentaria (elevada accesibilidad y disponibilidad de alimentos densos en energía y pobres en fibra y micronutrientes, así como bebidas con alto aporte calórico),

*y patrones culturales (pérdida paulatina de la dieta tradicional, por patrones en la dinámica social, la inmediatez de la vida fugaz conlleva al consumo de alimentos breves y fáciles de preparar, el frijol se aleja del consumo popular mexicano, aquí podemos afirmar que sale más caro cocinar un Kilo de Frijol -38 pesos el kilo y 1 litro de gas 9.45 pesos- y una sopa instantánea –de 2.95 pesos a 5 pesos- la cual quita el hambre pero no tiene nutrimentos [Foto 1 ,2,3 y 4]).

Es así que el panorama de la obesidad descansa sobre un marco repleto de factores de determinación social de la salud los cuales fijan una postura de complejidad, donde el abatir un solo factor haría que exponencialmente se multiplicaran más factores a esta patología, es por esto que la obesidad debe mirarse al igual que cualquier problema global desde sus causas biológicas, socioeconómicas y culturales, es asi que la obesidad es una Problemática Social y no depende del Sistema de Salud, por ser esta patología multicausal. Podemos concluir que nuestro México querido, se debate un mar repleto de marginacion y olvido.